English: AC/DC at the Tacoma Dome in Tacoma, Washington, November 30, 2008. L-R: Brian Johnson, Malcolm Young, Angus Young, Phil Rudd, and Cliff Williams. (Photo credit: Wikipedia)
Este año tenemos la suerte de ser visitados doblemente por ACDC, con lo cual esta contracrónica (que no crítica) de concierto, servirá para todos aquellos que quieran saber qué van a encontrarse cuando el famoso grupo heavy regrese hasta nuestras tierras, en verano. Y es que no van a cambiar muchas cosas, porque los ACDC saben muy bien qué es lo que sus seguidores quieren, y siempre se lo dan, con pocas diferencias de una gira a otra. En este sentido, los ACDC tienen muy claro lo que vende y dieron el espectáculo que todo el mundo esperaba.
En un Palau Sant Jordi a tope, con muchos de sus fans ornamentados con objetos del marketing que tan bien han sabido colocar durante su carrera (muchos llevaban esos cuernos luminosos de plástico para emular al Angus Young de "Highway to hell"). El concierto empezó en las vídeopantallas con un corto de dibujos animados en el cual los componentes del grupo son seducidos por unas fans que llegan a una máquina del tren donde el propio Young está echando leña y carbón. Al ser seducido por las muchachas, el tren acaba estrellándose, y es en ese momento cuando el propio tren aparece encima del escenario en un espectacular decorado tridimensional que impresiona no sólo por su grandeza sino por lo bien hecho que está. Ahí empieza el concierto y el delirio general de toda la concurrencia.
El repertorio fue el que han ido repitiendo sistemáticamente en todos sus conciertos, incluyendo clásicos como "Back to black", "Dirty deeds done dirt cheap", "Thunderstruck"... También cantaron "Black Ice", pieza que da título a lo más "nuevo" del grupo.
Otra pequeña diferencia estuvo en el striptease de Angus Young, que no faltó, al igual que sus solos habituales. El tiempo pasa para todo el mundo, y si hace unos años el chico enseñaba en un pequeño flash el culo, ahora el hombre (que cumplía 54 años ese mismo día del concierto), muestra a todo el mundo sus calzoncillos que, cómo no, también se vende en el merchandising al lado de cuernos, camisetas y un larguísimo etc... de productos.
Tras ello, bajó la campana suspendida en el techo del Sant Jordi, y pudimos escuchar ese "Hell´s Bells" característico en el que Brian Johnson hizo también lo que se espera de él, subirse y hacer un poco de Tarzán, lo cual ha hecho en todas las giras de ACDC. Destacar, en este punto, que Johnson estaba muy bien de voz, en este sentido tampoco hay nada que achacarles.
Más adelante, y tras escuchar "You shook me all night long" y dos piezas más de su nuevo álbum, fue el turno para "Whole lotta Rosie", otro de los momentos en los que el grupo acostumbra a hacer más show con esa especie de muñeca hinchable que bien podría ser una prostituta, que aparece enganchada a la máquina del tren de la que os hablábamos al principio.
"Let there be rock" es la última pieza antes de los bises y acaba con la primera parte del concierto con el larguísimo solo de guitarra del gran Angus Young. Del escenario principal salía una pasarela que terminaba en una espacio circular que se elevaba con este último solo de Young. Exacto a lo que siempre han venido haciendo en los conciertos, cambiando tan sólo la entrada del tren y las 5 canciones del último disco, que tampoco destacan en exceso.
El concepto sigue siendo exactamente el mismo, al igual que los bises, que incluyen ese "highway to hell" (los miembros del grupo saliendo de debajo del escenario con los cuernos luminosos sobre Young y la gente imitándole), para terminar con "For those about to rock we salute you" en la que aparecen los 5 cañones que dan final a un concierto de 2 horas.
Con todo, podemos entrar en el debate de siempre, dudando entre si es arte seguir siempre una misma línea, o si es tan sólo una buena operación de marketing, si se mantienen fieles a sus raíces o si quieren complacer al público. Opiniones hay tantas como cuernos a la venta, y si quereis, podéis dejarnos la vuestra.. Lo que está claro es que la banda lo hace de forma impecable y que todos estuvieron al 100 por 100. Quien no pudiera ir, el mes de junio volverán a actuar, esperamos que con un mejor sonido del que dispusieron en el Sant Jordi, que es el único "pero" que le pongo al concierto.
Y en el artículo no se dice que no hagan rock del bueno, no hay una sola crítica a ellos y a su actuación, solo se hace desde un punto de vista inédito, que ya es el rollo de la web
Creo, amigo anónimo (podrías haber firmado), que no conoces el espíritu real de esta web, y que solo has entrado a leer este artículo.
Por mí seguid así, es novedoso y aporta otras cosas, además la crítica musical no es que sea muy objetiva, yo personalmente detesto sus manías.