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Queensrÿche fueron los creadores de una trilogía de discos inmejorable: el monumental "Rage For Order", la inconmensarurable obra maestra "Operation Mindcrime", un disco perfecto de principio a fin, y el elegante "Empire"; aunque debemos reconocer sin duda, que el prestigio del que gozaron posteriormente no hubiera sido posible sin el primero de ellos, el primer paso importante para que la banda fuera tomada seriamente o en consideración; un trabajo clave para que después Queensrÿche emergiera con obras tan apabullantes, púlidas y renovadoras del género metálico a finales de la década de los 80 como las citadas. "Rage For Order" vió la luz hace 24 años y hasta aquel momento nadie se podía hacer una remota idea de hasta donde podía llegar la banda.
Queensrÿche habían editado en formato independiente un EP homónimo en el año 1983, vendiendo de aquél nada menos que 60.000 copias, lo que rápidamente llamó la atención de una multinacional como EMI, que contrató y promocionó a la banda como los Iron Maiden de Estados Unidos, apostando a que como los jóvenes metalheads americanos se volvían locos con Maiden, lo mismo sucedería con Queensrÿche, cosa que ocurrió pero de forma paulatina. Entonces apareció el primer larga duración oficial de la banda, el excelente “The warning” (1984), producido por James Guthrie famoso por su trabajo con Pink Floyd y donde algunas orquestaciones con cuerdas fueran ejecutadas por el maestro Michael Kamen (RIP).
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Kamen años más tarde ganaría un Grammy junto a Queensrÿche por la canción ‘Silent lucidity’ (del álbum “Empire”, 1990) y por trabajar con Metallica en las canciones ‘Nothing else matters’ y ‘The unforgiven’ (ambas del disco “Negro”, 1991) y en el álbum “S&M” (2000), junto a la sinfónica de San Francisco. Pero cualquier similitud entre Queensrÿche y Maiden desapareció de inmediato cuando la banda editó “Rage for order” (1986), un álbum completamente futurista y adelantado a su época, donde el grupo llevó al límite la experimentación con las nuevas tecnologías, como las Synth Guitars (guitarras sintetizadas, que permitían tocar acordes “normales” de guitarra eléctrica y al mismo tiempo apoyaturas de teclados y samplings, pero ejecutadas con la guitarra).
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Para este disco su sonido como hemos dicho se vuelve más experimental y progresivo, aunque mantienen sus raíces. El trabajo realizado con las voces nos permite también por primera vez apreciar mejor el talento y la personalidad de Geoff Tate, sin desmerecer el apoyo que ofrecía el guitarrista Chris DeGarmo en los coros que era simplemente un gran complemento. "Rage for Order", grabado en el año 1986, presenta un estilo y un sonido más pulido. El álbum presentaba predominantemente tanto teclados como guitarras, y el grupo adoptó una imagen más asociada con el glam rock o glam metal que con el heavy metal. Tremendo disco, todo un clásico. Esto era el preludio que nos dejaba intuir lo que vendría dos años más tarde con su aclamado "Operation Mindcrime".
Aquí Tate ya se consagra como uno de los vocalistas imprescindibles y a la vez más imitados del metal; aunque por ello no hay que obviar ni los excelentes solos de DeGarmo ni el impecable trabajo del resto de la banda, que raya la perfección a lo largo y ancho de todo el disco. "Walk in the Shadows" "Surgical Strike" o "Chemical Youth" son piezas esenciales, las mas rifferas y directas, Tate se despacha a gusto en los momentos más pausados y "The Killing Words" define muy bien este tipo de temas de carácter épico con el sello Queensrÿche. Un trabajo en parte conceptual del que también se pueden encontrar facilmente por la red sus respectivas demos; en estas cintas podemos escuchar temas como "The Dream", "From the Darkside" o "Rage for Order" (conocida luego como "Anarchy X") que no salieron en el disco además de versiones un poco diferentes de como se pueden oír en el producto final.