Cover of Abraxas
La palabra Abraxas (o Abrasax o Abracax, del griego ἄβραξας) era un término que se grababa en ciertas piedras antiguas, llamadas Piedras Abraxas, y que las sectas gnósticas solían usar como talismán.
Se creía que Abraxas era el nombre de un dios que representaba el Bien y el Mal, un dios y deidad adorada, y un demonio y daimon temido en una única existencia.
Es probable que la mística palabra abracadabra fuera derivada de tal nombre, aunque existen algunas otras explicaciones al respecto. En demonología, ha pasado a ser un demonio coronado, con cabeza de gallo, grueso vientre, pies de serpiente y cola raquítica, que lleva un látigo.
El símbolo de Abraxas aparece en multitud de libros. Siendo «Demian», del suizo de origen alemán Hermann Hesse, uno de los más conocidos. El guitarrista Carlos Santana utilizó el nombre «Abraxas» para nombrar su segundo álbum de estudio, publicado por Columbia Records en 1970.
Santana consiguió, en su segundo álbum, un disco que iba más allá del rock, en el que su corazón latino bombeaba sangre hasta las extremidades del jazz y la salsa. En "Abraxas", cada miembro del grupo dejó su particular huella: Gregg Rolie (teclados), José Chepito Áreas y Mike Carabello (percusión), Dave Brown (bajo) y Mike Shrieve (batería), además del propio Carlos Santana (guitarra).
El disco se editó con una espectacular portada doble, que reproducía el cuadro "Anunciación" (1961), de Mati Klarwein. La revista Rolling Stone llegó a decir que Santana hacía por la música latina lo que Chuck Berry había hecho por el blues. El álbum vendió más de un millón de copias, y llegó al nº1 en EEUU. Y la verdad sea dicha, a dia de hoy sigue siendo uno de mis discos preferidos del guitarrista de origen mejicano.
La formación es exactamente la misma que grabó su primer álbum, aunque aquí se incluyen algunos colaboradores adicionales caso de Rico Reyes o el pianista Alberto Gianquinto. Si con "Santana" había ocupado puestos de honor entre público y crítica, con su obra maestra "Abraxas" (1970), el grupo de Carlos Santana elevaba a lo más alto su amalgama de influencias sonoras. Las indelebles revisitaciones de Tito Puente en "Oye como va" y de los Fleetwood Mac de Peter Green en "Black magic woman", junto a las soberanas aportaciones compositivas del propio Santana ("Samba pa ti"), Carabello ("Singing Winds, Crying Best"), Rolie ("Mother's Daughter") o Areas ("El Nicoya)", hacen de este album uno de los mejores discos en la historia de la banda de San Francisco y uno de los más interesantes de su efervescente período. En él predominan grandísimas guitarras y percusiones, junto con el órgano de Gregg Rolie que también manda lo suyo.
Con el boom del rock latino iniciado por Santana, a principios de los 70 salieron varias agrupaciones similares que mezclaban también en distintas proporciones salsa, jazz, funk o rock como Azteca y Malo. Malo estaban liderados por Jorge Santana, hermano de Carlos, y de allí emergieron músicos que acabaron tocando pocos años después con Santana.
La última edición masterizada contiene además 3 temas en directo grabados unos meses atrás ese mismo año además de un interesante libreto con declaraciones de Carlos & Cía y excelentes fotos. El disco es perfecto, desde el sonido hasta la portado, pasando por la selección y variedad de los temas. Es un disco que desprende energía por todos los lados y las guitarras echan chispas hasta límites incendiarios. Este disco contiene tres temas básicos de su repertorio : “Black Magic Woman”, precioso tema que como hemos dicho anteriormente había popularizado Fleetwood Mac, “Oye como va“, la esencia del rock latino con fabulosa percusión y un estribillo arrollador que forma parte ya de la historia, y finalmente “Samba pa ti”, el mejor tema instrumental de Carlos Santana, con unas guitarra exquisitas, a la vez que llenas de fuerza. El resto del disco es igualmente sensacional.
Un año después de aparecer en el Festival de Woodstock de 1969, el guitarrista mexicano Carlos Santana y su banda, surgida en San Francisco en la segunda mitad de los ’60, sorprenden al mundo con un sensacional disco, la obra maestra de Carlos Santana y apenas su segundo álbum. Una Mezcla perfecta de rock, blues, funk, jazz (ahí está, muy presente, la huella de Miles Davis) y ritmos afro antillanos. La ecléctica finura de Abraxas no tiene precedentes. Es una cumbre discográfica de los años sesenta, un trabajo prácticamente perfecto. La diferencia entre el primer disco y éste estriba en la calidad del material, muy superior en el caso de "Abraxas". Cortes tan suntuosos y sorprendentes, con grandes rasgos jazzísticos, como “Incident at Neshabur” o “Singing Winds, Crying Beasts” (con unas guitarras salvajes y una rítmica arrolladora), no dejan lugar a dudas.
Y lo mismo podríamos decir de la magnífica y muy rockera “Hope You’re Feeling Better”. Por supuesto que más allá del alto nivel de los diferentes cortes del disco está la guitarra de Carlos Santana y sus riffs, licks, solos o sus construcciones perfectamente elaboradas, pero por encima de todo destaca su ardiente pasión, reflejada en cada nota que aquí interpreta. Sin duda, algo extraño por entonces para un trabajo discográfico fundamentalmente instrumental, fue como ya hemos resaltado Santana obtuvo el primer puesto en las listas americanas durante seis semanas consecutivas y consiguió vender más de un millón de copias, algo hasta cierto punto inaudito. En definitiva, un excelente disco que jamás pasará de moda.
