Sigur Rós @ Sant Jordi Club, BCN (Photo credit: Ramon Blanquer)
Solo pasaban unos minutos cuando los islandeses subieron al escenario del Sant Jordi Club de Barcelona. Iban acompañados por una banda de cuerda y viento que se unieron a la formación original para transportarnos durante una hora y cuarenta minutos, a otra dimensión.
La discografía post-rock de Sigur Ros no se compara con nada ni con nadie y ha demostrado a través de canciones como ‘Valtari’, ‘Hoppípolla’ o ‘Svefn-G-Englar’ que también se puede seducir a un público internacional y vender millones de álbumes cantando en un idioma tan poco mediático como es el islandés, y no tener que recurrir al inglés.
Sigur Rós @ Sant Jordi Club, BCN (Photo credit: Ramon Blanquer)
El sonido del grupo, es un sonido realzado por el falsete de Jónsi, que volvió a tocar la guitarra con un arco de violín, consiguiendo así interesantes efectos de ruido y distorsiones..., pero sobretodo, Sigur Ros es una filosofía musical que convierte a esta extraordinaria banda, en uno de los grandes tesoros sonoros de las últimas décadas.
El sábado nos ofrecieron una interesante, aunque sorprendente selección de temas, ya que hubo pocos de su último álbum, sonaron por fín Glosali y flotavik, y nos regalaron alguna que otra novedad. La puesta en escena estuvo muy cuidada y el sonido perfecto. Se apreciaba una tremenda solemnidad en el ambiente, pasando la banda, de la delicadeza a la más absoluta fuerza y contundencia más propias de una banda de rock.
Ya en los bises tocaron una emocionante Svefn-G-englar y acabaron, poniendo la piel de gallina a los asistentes, con la tremenda Poppaglid. En ningún momento hubo interrupciones, ni dialogos entre ellos, tan solo se reunieron al final de los bises para saludar al público, como si se tratara de un grupo de teatro, ante un auditorio enfervorecido que se resistía a que se acabase la noche, y salir del mundo asombroso y sobrenatural, al que nos habían transportado.
Todo el que ha tenido la suerte de asistir a un directo de Sigur Ros sabe que no es sólo música, que se trata de una experiencia en la que los sentimientos afloran, el alma se eleva, el vello se eriza y hay ahí algo inexplicable…. sencillamente mágico.