Con Jimi Hendrix, The Who, John Sebastian, Donovan, Ten Years After, The Doors, Moody Blues, , Joni Mitchell, Miles Davis, Leonard Cohen, Emerson, Lake and Palmer, Joan Baez, Jethro Tull
El festival de la isla de Wight de 1970 simboliza junto a Altamont el fin del sueño hippie, la pugna entre rebelión y comercio, el mal karma. Un escenario lleno de rockstars condenados a morir en breve (Hendrix, Morrison) y el público a punto de sublevación armada son el marco de un documental tan informal y guerrillero como incisivo y veraz.
La historia es conocida: empieza como un edén de jipis mugiendo mantras y hablando con los árboles, pero el clima polar y las reclamaciones de un público ácrata convierten la Isla de Wight de 1970 en un sindiós.
Clamando en contra de “un campo de concentración psicodélico”, los freaks radicales instauran su propio barrio rebelde y rompen las cercas, para supina indignación de los promotores. La banda sonora al caos la ponen The Doors, Donovan, Ten Years After, The Who (en su salsa), Moody Blues (un “Nights in white satin” más incongruente que nunca) y, en el momento de suma tensión civil, una histérica Joni Mitchell que ve su escenario invadido por anarquistas barbudos. Hay que ver cada minuto de este magistral reportaje para entender el fin de una era, y de una mentira.
Me rechifla ver a los Who en su salsa, cargándose todo, desde la voz del Daltrey a la guitarra de Pete Townshend