Image by tnarik via Flickr
Hoy he leido un blog, del que soy clienta habitual, que echaba pestes por los gafapasta que dicen (decimos) que no vemos la televisión, ya que al ver series y pelis, aunque sea en el ordenador, estamos viendo televisión.
Creo que en parte tenía razón, y en parte no. Me hizo reflexionar sobre lo que es la televisión hoy en día y en nuestro país.
Es innegable que hemos dejado atrás la era de la televisión, como dejamos atrás la del teléfono; bajo mi punto de vista estamos en la era de internet. ¿Y qué nos ofrece internet con respecto a la televisión? Para mí se resume en una sola palabra: Libertad.
Ahora mismo, hay dos tipos de consumidores de televisión:
El tradicional: Podría poner de ejemplo a mis padres; ven la televisión en su tiempo libre. Ven las series españolas con las que nos castigan los productores españoles y degustan lo que pueden las extranjeras (y digo esto porque salvo 4 series mal contadas, el maltrato que reciben las series extranjeras con cambios de horarios, con malas traducciones, con malas promos, es más que evidente), ven películas cuando “no echan otra cosa” y se lamentan de las repeticiones constantes (hace poco en las noticias se jactaban de que Pretty Woman se echa absolutamente todos los años salvo en dos contadas ocasiones… que mira que la peli me gusta, pero es que es penoso que te la planten todos los santos años), ven algún concurso (Pasapalabra, la ruleta de la suerte), y en contadas ocasiones, algún programa de variedades (La noria en el debate político, El Intermedio etc.).
El actual: Los que tenemos el poder (o más bien el conocimiento) de elegir; los que vemos y disfrutamos las series americanas/inglesas, en V.O. y a ritmo de EEUU o Inglaterra, los que vamos al cine si queremos ver una película o los que nos bajamos las novedades al ordenador. Los que encendemos la tele para ver escasamente las noticias o algún programa en particular. Los que nos bajamos los documentales que son de nuestro interés (y que al resto les puede resultar aburridos).
Y llegado a este punto me pregunto. ¿Es posible un avance de la televisión que se ponga a la altura de internet? ¿Es posible que algún día yo llege a casa, encienda mi tele y ELIJA ver la serie que quiero y el capítulo que quiero?
Hemos pasado años de maltrato por los mal-llamados índices de audiencia; y está quedando en evidencia, que los que nos han vendido toda la vida como “es que lo ve mucha gente” es una mentira. Una mentira tan sumamente grande como la forma de medir la audiencia: Una persona de cada 100.000 es el que decide lo que ven esos 100.000. ¿Y si, como está sucediendo, lo que quiere ver ese “señor indice de audiencia” no está en la oferta (que mira que es grande la oferta de canales y la de basura que hay en ellos) de la televisión?
Hasta ahora, lo único en lo que han pensado las cabezas pensantes del país (gobierno, jefes de cadena etc.) es en quitar la posibilidad de elegir, ¿llegará el momento en que la situación les haga pensar en CAMBIAR LA FORMA DE HACER, VER y CONSUMIR la televisión?
Ellos defienden, con razón, que para que una cadena pueda comprar una serie, doblarla y emitirla sin que pagemos ni un solo euro, tiene que existir la publicidad. Y yo creo que nosotros no tenemos por objetivo el quitarnos de encima la publicidad (al menos, la publicidad sin abusos como algunas cadenas hacen…). Quiero decir que no me importaría ver algo de publicidad mientras veo mis series, siempre que, como ya he repetido hasta la saciedad, YO ELIJA.
Ahora la única pregunta que queda en el aire es: ¿Alguien se dará cuenta de eso?
