Del aclamado guionista Tony Gilroy (Saga Bourne).
Con Jon Hamm (Don Draper en 'Mad men') de protagonista.
La tensión se palpa en cada fotograma del thriller político 'El Rehén', dirigido por Brad Anderson ('El maquinista') bajo el magnífico guion de Tony Gilroy (Saga Bourne).
Han pasado 10 años del atentado, Mason vive en Estados Unidos, cuando la CIA lo emplaza para que vuelva a Beirut y mediar en las negociaciones sobre el secuestro de uno de los suyos. Skiles se niega a regresar, pero todo cambiará cuando conoce el nombre del secuestrado. Cal Riley (Mark Pellegrino), su amigo y compañero en aquellos días. Decide regresar a un Beirut destrozado por la guerra. Contará con una compañera, Sandy Crowder (Rosamund Pike) una agente de la CIA que trabaja encubierto y cuya empresa es mantenerlo con vida y que la misión sea un gran éxito.
Hacía muchos años que no veía un filme tan tenso, denso, complejo y apasionante como, el rehén. Una de esas películas que me trae recuerdos de las primeras novelas sobre el oscuro mundo del espionaje, que caían en mis manos siendo aún joven y en ocasiones, costándome entender algunas de sus tramas políticas, pero a la vez apasionarme los misterios que rodeaban a los espías y contraespías, a sus héroes y heroínas, viviendo en sus propios submundos, hasta conseguir entender con el tiempo, a medida que iba madurando, los mensajes patrióticos y políticos que encerraba sus historias.
Hoy en día, estos mundos y submundos oscuros, me siguen entusiasmando e intrigando de la misma manera, pero a la vez desconcertando con esos personajes que van de un lado a otro, buscando sus propios intereses, mientras los inocentes que sufren lo único que esperan con el alma encogida y sus cuerpos magullados, es regresar vivos, con los suyos.
Brad Anderson lo logra con creces. Desde el minuto uno, la atmosfera que crea alrededor de su filme es tan densa que se puede cortar con un cuchillo, creciendo a medida que transcurre el metraje y no decayendo en ningún instante, algo complicado en este tipo de filmes. Mantiene un magnífico equilibrio entre narración y tiempo. Nos sitúa en Beirut en el año 1982, durante la guerra del Líbano entre Israel y Palestina. Dos pueblos enfrentados que a día de hoy, nada o muy poco, parece haber cambiado y como sucede con todas las guerras, convertirse en una lucha por el poder, el dominio de la tierra y el dinero que genera.
Pero como de política no es el momento para hablar, hagámoslo desde el punto cinematográfico y desde esa perspectiva, reseñar que el largometraje cuenta con una puesta en escena excelente, creando como ya he comentado, una atmósfera dura y opresiva. Parte de ese virtuosismo corre a cargo de la excelente fotografía de Björn Charpentier y la sobrecogedora partitura musical de John Debney.
Anderson además, se sabe rodear muy bien de un cuidadísimo elenco actoral, muy a la altura de lo que los personajes precisan y aunque me cuesta decantarme por algunos en concreto, lo voy hacer en la pareja protagonista. Jon Hamm raya la perfección con su personaje envuelto entre las sombras y las luces. Entre el pasado y la pérdida de los suyos por un lado y la responsabilidad con su país de regresar en busca de uno de sus mejores amigos, aunque para ello, tenga que lidiar con quienes quitaron la vida a su gran amor. Rosamund Pike, encarnando a una agente que se convertirá en la sobra de Mason y la aliada perfecta para que Skiles además de lograr su objetivo, no muera en el intento. Pero me repito en que el reparto, tanto masculino como femenino, cumple de sobra con sus personajes.
“Entre la penumbra viven las ratas, pero también quienes logran exterminarlas”
- Mi nota es: 8,5 / 10
- ESTRENO en ESPAÑA: 10 de Agosto
- REPARTO: Jon Hamm, Rosamund Pike, Mark Pellegrino, Dean Norris, Shea Whigham, Alon Aboutboul, Jonny Coyne, Larry Pine, Jay Potter, Ben Affan, Mohamed Zouaoui, Mohamed Attougui.
- PRODUCTORA: Radar Pictures/ ShivHans Pictures.
- Distribuidora en España: DeaPlaneta.