He querido dejar pasar unos días después del Mula Fest para ser capaz de ver con suficiente perspectiva el macroevento que tuvo lugar en Madrid. Hay muchas cosas que repasar, algunas a favor y otras a mejorar, pero como dijo un gran escritor, empecemos por el principio. El Mula Fest dio comienzo el miércoles 11 de Julio en Callao (#MulaCityLights).
Buena música, espectáculo de bailarines de calle, magníficas motos, preciosas chicas pin-ups, body art increíble y helados gratis amenizaron la tarde de muchos madrileños que tuvieron la suerte de pasar por ahí. Perfecto todo, pero empañado al final por la policía madrileña que, en su búsqueda incansable de manifestantes, confundieron el espectáculo de skaters con lo que no era...
El día que nos acercamos al recinto ferial, lo primero que pasa por tu cabeza es: "Joder, no me imaginaba esto tan jodidamente grande".
La redundancia del joder no representa en absoluto lo que se me pasó por la mente cuando vi la cantidad de cosas por hacer, por ver y por disfrutar. Y tal vez esa fue la primera pega, al ser tan jodidamente grande, hace falta soporte por parte de la organización para ser capaz de encontrar, ver y elegir qué quieres hacer. Recuerdo otros festivales o eventos donde incluso tenías un asistente al comienzo del evento con el que diseñabas la “agenda” de tu día, acorde a tus necesidades o intereses. Pero tampoco se trata de ir tan allá, ¿Qué tal unos pocos camisetas amarillas que te indiquen donde anda lo que tú quieres? Porque si algo ha quedado patente en el Mula, es que era para todos los públicos. Desde talleres donde podrías apender a tatuar (con clase práctica), a tunear coches, a tunear cascos, a ver Street dancing, o ver obras de teatro o, ¿por qué no? Aprender en clases magistrales de casi todas las artes.
El segundo punto débil que hizo que el Mula Fest no tuviera la afluencia que tal evento merecía ha sido la publicidad débil y tal vez incompleta del festival. Madrid llevaba inundado durante meses por el negro y amarillo representativo del festival, pero cuando hablabas con la gente en la calle nadie sabía exactamente en qué consistía. La enormidad de las posibilidades hizo imposible detallar en la página web cada actividad, perdiendo un montón de asistentes por el camino.
No obstante, concluimos este artículo diciendo que es la primera edición de este macro-festival, y que las intenciones y la calidad de lo mostrado fueron muy muy buenas, y esperamos de corazón, que siga creciendo año a año hasta convertirse en la leyenda que creemos que será.