Se publicaron unas fotos el viernes 29 de Enero de médicos en Haití celebrando entre armas, profilácticos (condones para ser más populistas), alcohol y chistes de quirófano que causaron revuelo en los medios. Resulta que esta gente que eligió la medicina y, por lo tanto, salvar vidas o digamos "salvar vidas" debe ser totalmente abstemia, casta y tomarse la seriedad de la profesión al pie de la letra. Por la misma regla de tres, los curas (obispos, arzobispos, cardenales incluídos) no deberían hacer lo que hacen en privado (y todos hemos oído de algún caso), los políticos solucionar casos, los famosos no operarse de cirugía estética... y en general, nadie debería hacer lo que hace cuando el jefe se despista.
La verdad es que no entiendo por qué viene provocado el escándalo. ¿A qué viene tanta indignación? ¿A qué viene tanto revuelo? ¿Donde coño está la notícia? ¿por qué se buscan esas fotos, y por qué son una exclusiva? Las fotos son las de unas personas pasando un buen rato. ¿Cuál es el problema? ¿Qué es lo que molesta tanto? Si vemos unos niños empuñando un arma de juguete y haciendo ver que se disparan entre ellos, nadie se escandaliza en absoluto y me parece que, en valores absolutos, es mucho más preocupante que el hecho de sostener un arma de verdad en la mano. Pero hasta en eso, en escandalizarnos, nuestra mente ha sido manipulada por los diversos poderes "fácticos". Las reglas del juego que los poderosos marcan, han resuelto que, según sea el tema, el caso, la foto... vamos a escandalizarnos o no.
Si salimos a la calle y vemos a nuestros jóvenes vestidos para, si se me permite la palabra, "follar" (no sea que alguien se escandalice), nos causa morbo, incluso gracia, y lo que debería provocarnos es pena. Pena de ver una juventud acelerada por el marketing y la sociedad de consumo. Unos adolescentes que, inconscientemente, son inducidos a vivir como personas adultas sin que lo sean. Eso no nos causa ninguna impresión, ningún escándalo, pero sí que lo hace una foto fuera de contexto de un médico sosteniendo una caja de profilácticos. Podría ser que estuviese explicando cómo usarlos para evitar que las ETS (Enfermedades de Transmisión Sexual) se sumen al cólera y tifus. Y en el caso de que estuviese haciendo broma con unos preservativos... ¿QUÉ? ¿Qué pasa?
En una de las imágenes se ve cómo uno de los médicos, con el paciente sobre la mesa de operaciones, se está riendo con una sierra en la mano. ¿Quién sabe qué hizo después con esa sierra? ¿Le cortó lo que le tenía que cortar? ¿Y si esa amputación le salvó la vida al paciente? ¿No sería eso motivo de alegría? ¿Y si sólo estuviese haciendo el idiota para aliviar el estrés al que se ven sometidas estas personas? ¿Y si el tipo lleva trabajando 2 semanas sin parar desde que se produjo la tragedia? ¿No tiene derecho a un poco de risa?
POR FAVOR... es que es indignante... es ofensivo que tan poco haya causado tanto. Es incomprensible... no puedo entender, no quiero entenderlo.
POR FAVOR... es que es indignante... es ofensivo que tan poco haya causado tanto. Es incomprensible... no puedo entender, no quiero entenderlo.
Vamos a ver... dejemos de idealizar a la comunidad médica de una vez y asumamos que no son DIOSES... son personas de carne y hueso con sus traumas y sus debilidades y sus problemas personales, sus hipotecas, sus hijos, sus males de amores. Por lo tanto, igual que el abogado o el vendedor bromean sobre sus clientes, igual que el profesor se mofa de sus alumnos o igual que cualquiera en su profesión se queja y hace burla de sus habituales compradores, proveedores, colegas, etc... el médico hace bromas de médicos y las bromas suelen versar sobre lo que ven cada día... las patologías de sus pacientes, la imbecilidad de sus colegas, la ineptitud de los jefes... Igual que a las personas normales de cualquier parte del mundo, trabajan y se divierten y aunque estén en Haití o en Japón beben cerveza, están de cachondeo y tienen derecho a estarlo porque si se tuvieran que echar encima todas las muertes, las desgracias, los injustos caprichos azarosos de la naturaleza ya se prodrían suicidar todos.
No por ello son menos responsables o peores profesionales. El problema lo tiene la sociedad. La imbecilidad constante de pensar que son algo extraordinario y no logran comprender que un paciente es para el médico en el momento de la operación lo que un chuletón para un carnicero. De no ser así, la implicación emocional conllevaría más problemas que beneficios.
