La síndrome del episodio piloto es un fenómeno que se observa no pocas veces en el mundo de las series de televisión. La primera toma de contacto con una producción televisiva a menudo está tan cuidada y bien hecha que hace que las expectativas que despierta sean altísimas, a menudo desmedidas, y puede ocurrir que el resto de episodios no estén a la altura.
Sin resultar ni mucho menos un caso tan exagerado como otras producciones recientes (Flashforward o The Event, por ejemplo), sí es verdad que The Killing nota el peso de una primera entrega casi perfecta: se nos presenta el caso (el asesinato de la adolescente Rosie Larsen en extrañas circunstancias, ya que su cadáver aparece en uno de los coches de la campaña electoral de un candidato a alcalde), los detectives que lo investigarán (la gélida Linden y el misterioso Holder) y la familia de la chica (padres, tía y dos hermanos pequeños), y también vemos las diversas líneas de investigación abiertas y los primeros sospechosos. Pero a partir de este impecable arranque, la sensación es que la serie se va apagando poco a poco, que trece episodios quizás son demasiados para lo que se quiere explicar y que la historia se podría haber despachado antes, sin jugar tanto a los falsos culpables ni alargar la investigación de manera innecesaria (y a menudo chapucera). Algunas opiniones incluso dicen que se podría pasar directamente de los dos primeros episodios a los tres finales, y no nos perderíamos nada importante. Una afirmación un poco exagerada, pero con parte de razón.
Pero eso no debe hacernos olvidar que la serie tiene muchos aspectos positivos. La ambientación, por ejemplo, es perfecta para la historia que se nos quiere contar; la acción transcurre en Seattle, una ciudad donde no deja nunca de llover y eso ayuda a crear un ambiente oscuro, triste y deprimente, muy adecuado para la temática tratada. Por otra parte, secuencias como la aparición del cadáver de Rosie en el maletero y el descubrimiento del (presunto) autor del crimen gracias a los correos electrónicos que va recibiendo en su ordenador, son momentos magistralmente conseguidos y con una tensión acumulada excepcional.
The Killing también tiene el honor de contar con algunas de las secuencias más impactantes y emotivas que recuerdo en mucho tiempo. Viendo las excepcionales interpretaciones de Michelle Forbes y Brent Sexton (los padres de Rosie), me imagino que el impacto de la muerte de un hijo debe ser casi calcado a como nos lo presentan en pantalla. Hay que agradecer a los creadores que no hayan optado por el sentimentalismo fácil, sino que prefieren mostrarnos el día a día sin la hija desaparecida. Aunque lógicamente existen momentos inevitables donde aparecen las lágrimas, la vida continua y debe volverse a comprar al supermercado, hay que llevar a los dos pequeños a la escuela, y sufrir el dolor constante en silencio porque tampoco encuentras nada mejor que decir.
En Estados Unidos se ha criticado muchísimo el último episodio, y la verdad es que la sorpresa final francamente es muy poco creíble. Además, no sé por qué pero siempre había pensado que el caso quedaría cerrado y que en la segunda temporada (ya confirmada) los detectives se encargarían de otro asunto. En cambio, con el giro final (y algo precipitado) de los acontecimientos, el caso no está ni mucho menos resuelto: el que parece el asesino podría no sólo no serlo, sino que incluso podría ser la víctima inocente de una conspiración. Ahora habrá que ver si el misterio se alarga muchos más episodios en la segunda temporada, o bien si lo resolverán a las primeras de cambio. También será interesante ver la evolución del personaje del detective Holder (vista la manera como consigue la prueba definitiva que presenta contra el presunto culpable), y también como este hecho seguramente cambiará su relación con Linden.
En resumen, que a pesar de ciertas situaciones poco probables, de algunos fallos de guión, de episodios innecesarios (a mí, a diferencia de mi compañero el Dr. Series, no me gustó nada el 1x11) y de su ritmo a menudo demasiado lento, hay alguna cosa que me atrae poderosamente de esta serie, y me pica la curiosidad ver como se resolverá todo. Creo que le daré una oportunidad a la segunda temporada de The Killing. Aunque sólo sea para ver si en Seattle sale el sol alguna vez...
Tony Soprano colabora en culturaencadena y además tiene su propio blog sobre series (en catalán): https://seriegem.blogspot.com/