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Esta semana 'El documental de La 2' se centra en una institución que nació en España en 1478 bajo la aprobación del Papa. 'La Inquisición: una tragedia española' es una producción dirigida por David Rabinovitch que analiza una etapa, de casi cuatro siglos, en la que los inquisidores tenían autoridad para “luchar contra las desviaciones católicas”. El viernes a las 22.00 horas los espectadores podrán descubrir en La 2 cómo se combatía contra los herejes en España.
En el siglo XII, el Papa Benedicto III inicia una cruzada contra la doctrina albigense, considerada una herejía por la Iglesia Católica, en el sur de Francia, en la región de los Cátaros. Años después, esta lucha contra los herejes cristaliza, bajo el papado de Gregorio IX, en el edicto 'Excomunicamos' que dictaba las normas que debían seguir los inquisidores, fundamentalmente franciscanos y dominicos, para acabar con las desviaciones de la doctrina católica. Había nacido la Inquisición.
Los inquisidores, nombrados directamente por el Papa, gozaban de la misma autoridad para juzgar a cualquier ciudadano, incluidos príncipes y nobles. Los inquisidores contaban con una especie de consejo, formado por clérigos y laicos, para que les ayudaran a dictar un veredicto. Les estaba permitido encarcelar testigos sobre los que recayera la sospecha de que estaban mintiendo. En 1252 el Papa Inocencio IV, bajo la influencia del renacimiento del Derecho Romano, autorizó la práctica de la tortura para extraer la verdad de los sospechosos. Hasta entonces este procedimiento había sido ajeno a la tradición canónica.
Diferente también de la Inquisición medieval, la Inquisición española se fundó con aprobación papal en 1478, a propuesta del rey Fernando V y la reina Isabel I. Esta inquisición se iba a ocupar del problema de los llamados “marranos”, los judíos que por coerción o por presión social se habían convertido al cristianismo. Después de 1502 centró su atención en los conversos del mismo tipo del islam, y en la década de 1520 a los sospechosos de apoyar la tesis del protestantismo. Cientos de personas murieron en la hoguera a lo largo de casi cuatro siglos hasta que finalmente en 1843, la Inquisición fue suprimida en nuestro país.
