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En octubre de 2001, Estados Unidos invade Afganistán en respuesta a los atentados del 11-S, el objetivo era encontrar a Osama Bin Laden y otros dirigentes de Al Qaeda y derrocar al régimen talibán, 10 años más tarde la guerra continúa. Hombres Muyahidin procedentes de Afganistán, Yemen, Arabia Saudí y otros países árabes, se unen a la Yihad para expulsar a americanos y europeos. Los insurgentes son bien recibidos entre los vecinos que pagan sus impuestos a estos hombres y no al gobierno. Afganistán se ha convertido en menos de una década en el primer productor de opio y heroína del mundo, los talibanes también son subvencionados con el dinero de la droga.
'Afganistan: detrás de las líneas enemigas'
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'La Noche Temática' inicia su emisión con el documental titulado 'Afganistán: detrás de las líneas enemigas', una producción británica de 2010, dirigida por Jamie Doran, de 52 minutos de duración y producida por Clover Films, que nos acerca a la guerra en Afganistán.
Este documental se adentra en la línea enemiga y durante unas semanas hace el seguimiento de un grupo de Muyahidin, acompañando en una misión a los enemigos de las tropas de la Coalición Internacional, accediendo por primera vez a los combatientes que colocan minas en las carreteras para atacar a los tanques y los convoyes en el camino.
Un nuevo frente de batalla se ha abierto en Afganistán. Miles de soldados talibanes y muyahidín se han trasladado al norte del país. Su objetivo es bloquear la principal ruta de abastecimiento de las tropas de la coalición occidental, el camino de Kunduz a Baghlan. Por su parte las fuerzas de la ISAF intentan contener a los insurgentes.
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El reportero Najibullah Quraishi pasó dos semanas con el Grupo Central de los insurgentes, y pudo comprobar que a sus filas llegan hombres desde todos los puntos de Afganistán y desde otros países islámicos. Se sabe que entre las facciones más peligrosas y fanáticos involucrados en la guerra hay chechenos, árabes - de Yemen y Arabia Saudí principalmente - y otros combatientes extranjeros con estrechos vínculos con Al Qaeda y Osama Bin Laden. Capta su tiempo de ocio, la formación y la fabricación de bombas. Incluso se une a ellos mientras llevan a cabo una operación para atacar a los tanques y los convoyes en el camino. Los graba en su día a día: preparando bombas, conviviendo, bañándose, comiendo, estableciendo estrategias de ataque y en pleno tiroteo. El grupo formado por unos 4.000 talibanes en verano, se desplaza de pueblo en pueblo y nunca duerme dos noches en el mismo lugar.
Los, IED, Artefactos Explosivos Improvisados, más conocidos como 'bombas camineras' causaron más de la mitad de las muertes de la coalición en 2009. En esta guerra, tres de cada cuatro bajas estadounidenses y británicas son consecuencia de las bombas.
'La ruta del opio afgano'
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'La Noche Temática' continúa su emisión con el documental titulado 'La ruta del opio afgano', una producción británica de 2007, dirigida por Mehran Bozorgnia, de 43 minutos de duración y producida por Bozorgnia Film en colaboración con Journeyman Pictures.
Este documental hace un viaje a la ruta del opio afgano y nos acerca al cultivo, elaboración, transporte y venta. En esta ruta conoceremos el mundo oculto de los señores de la droga, los laboratorios donde procesan la heroína y los enfrentamientos que se libran en la frontera con Irán cuando intentan pasar la droga.
El opio ha sido siempre un componente de la economía afgana sirviendo como moneda y fuente de ahorro. El cultivo ha seguido aumentando a pesar de los intentos del gobierno afgano y de la presión de los países extranjeros consumidores. El opio se ha convertido en el único medio de subsistencia para millones de campesinos afganos que no tienen alternativa para alimentar a los suyos.
Ahmad Ollah tiene que mantener a 18 miembros de la familia. Su opio está a la venta, espera unos 40 dólares por kilo de su última cosecha, pero a pesar de sus ruegos 34 dólares es el mejor precio que puede obtener de los enviados del señor de la droga.
Mansur Khan es el hombre que hay detrás de esta oferta. Un hombre de complexión fuerte, con aire muy relajado, una autoridad de la provincia, sus 400 hombres le han jurado lealtad incondicional y están dispuestos a morir por él. Una vez más, Mansur manda un cargamento de varios cientos de kilos a Irán, 500 kilómetros les separa de la frontera con Irán.
Al inicio del viaje hay que cruzar el río Helmand. 'No es fácil viajar a bordo de una balsa con un lanzagranadas sobre el hombro', se queja uno de los contrabandistas. En el otro lado se unen a una caravana de camellos, a continuación, un convoy de vehículos se encuentra con ellos, armados con equipos de visión nocturna para viajar en la oscuridad de la noche. En la provincia de Helmand, la anarquía abunda. Y los jóvenes adictos a la heroína son cada vez más. La mayoría de los adictos a la heroína en Afganistán son menores de veinte años. Es un problema que está desestabilizando aún más el país y está amenazando las estructuras y tradiciones tribales. 'Muchos estudiantes son adictos a las drogas, o han desperdiciado su dinero en el juego', se lamenta un profesor.
En el lado iraní de la frontera nos enteramos de las tácticas casi inútiles para bloquear las caravanas interminables por las montañas. Se construyen muros de contención, se desvían ríos, se cavan pozos, cualquier cosa para hacer el paso infranqueable. Para los contrabandistas prisioneros su destino es fatal: con más de cinco kilos de opio crudo se enfrentarán a la pena de muerte.
Cada año una reserva de opio se quema públicamente en Teherán. Pero es un porcentaje insignificante del total del opio que sale cada año de Afganistán. Todavía no hay una lucha claramente definida dentro del propio Afganistán para detener el tráfico de drogas. Su economía se basa enteramente en las drogas.