Escrita y dirigida por Robert Rodríguez (El Mariachi, Sin City), esta cinta fue concebida junto con Death Proof, de Quentin Tarantino, como parte de un programa doble llamado Grindhouse. Se trata de un capricho cinematográfico: una gamberra revisión del género de zombis con la que Robert Rodríguez homenajea a su cine favorito: la serie B de los años 70 y 80.Está protagonizada por Rose McGowan (Monkeybone!, El caramelo asesino, Scream), Freddy Rodríguez (Harsh Times) en su papel de Wray, Michael Biehn (Terminator) y Bruce Willis (El sexto sentido, Four Rooms). Incluso, el propio Tarantino tiene sus minutos de gloria.
Las calles de un pequeño pueblo de Texas están pobladas de habitantes infectados por una extraña enfermedad que causa espantosas erupciones gangrenosas por el cuerpo y transforma a los afectados en una especie de zombis caníbales que buscan carne humana. Al parecer, el origen del mal es un virus creado como arma química y cuyo antídoto es pretendido por el sanguinario teniente Muldoon.
Para luchar contra la epidemia, Cherry, una stripper a la que le arrancaron una pierna y Wray, su antigua pareja, dirigen un espontáneo equipo de guerreros adentrándose en la noche hacia un destino que dejará millones de afectados, infinidad de muertos y unos cuantos afortunados supervivientes, que lucharán por encontrar el último rincón seguro. (Cuatro, 00:15 horas).
NOTA: Grindhouse es el nombre de las salas donde, en los años setenta, se proyectaban las clásicas "exploitation", películas de bajísimo presupuesto en las que el terror, la violencia y el sexo campaban a sus anchas. Tarantino y Rodríguez quieren hacer aquí un homenaje a este tipo de cine y a las salas donde se proyectaba.
CRÍTICAS PARA TODOS LOS GUSTOS:
"Rodríguez ha logrado uno de los mejores trabajos de su carrera, un honesto, sentido e intensísimo homenaje (...) 'Planet Terror' ocurre en el excesivo mundo del imperativo de goce (z)inéfilo." (Jordi Costa: Diario El País)
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“Virtuosismo resultón a la hora de construir artilugios de mero entretenimiento. (...) Lo mejor: la libertad del director para articular sus delirantes excesos (...) Lo peor: la simpleza que se esconde bajo el virtuosismo habilidoso de unas imágenes ruidosas, violentas y pretendidamente irónicas." (Alberto Bermejo: Diario El Mundo)
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"Alcanza momentos de absoluto genio y delirio colectivo. (...) un festín de guiños, tributos y, sobre todo, escenas memorables que merecen aplauso. (...) Puntuación: **** (sobre 5)." (David Broc: Fotogramas)
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"Entretenimiento hilarante y carente por completo de coherencia, envuelto en explosiones orgásmicas de violencia gratuita. (...) Puntuación: ****1/2 (sobre 5)." (Nando Salvá: Cinemanía)
