English: Discovery Channel logo, used 1985-1995 (Photo credit: Wikipedia)
Enciende el televisor y entra en una de las hermandades secretas míticas del mundo de los clubs de motociclismo: los Warlocks. Este grupo de rebeldes cuyas vidas, motivaciones y problemática existencia quedarán al descubierto en Discovery Channel. ‘Warlocks: moteros sin ley’, una mini-serie compuesta por cuatro sesiones de una hora de duración en la que conoceremos a algunos de los miembros de esta asociación casi clandestina que impone sus propias normas.
Los Warlocks son mundialmente conocidos y localmente temidos. Con sede en Florida, esta asociación de moteros es conocida popularmente como el club del “uno por ciento”, apodo que se debe a una famosa cita de la American Motorcycle Association, que indica que el 99% de los conductores de motos del país son ciudadanos respetuosos con la ley, lo que implica que, el uno por ciento restante, está fuera de ella.
Con semejante reputación e inmersos en una subcultura violenta, los protagonistas de la nueva serie de Discovery Channel viven su pasión por las dos ruedas a través de una lealtad incuestionable hacia su club, al que ponen por encima de todo: trabajo, familia, relaciones personales e incluso convicciones morales y normas sociales.
En cada uno de los cuatro capítulos que integran ‘Warlocks: moteros sin ley’ conoceremos a este grupo de motoristas y seremos testigos de su lucha por equilibrar su vida familiar con su fidelidad a un estilo de vida que es difícil conciliar con una vida mundana. Al final, veremos cómo cada uno de ellos deberá optar por hacer sacrificios personales para pagar el precio de la libertad que desean.
La serie está protagonizada por Contender, uno de los moteros más respetados y experimentados y habitual blanco de clubs rivales. Junto a él veremos a Slob Rob, quien pese a llevar un cuarto de siglo en la hermandad, intenta equilibrar su pertenencia a los Warlock con una vida de familia. Pese a ser miembro de una familia con amplia tradición en la policía y cuerpos oficiales de la ley, Slob ha elegido un camino diferente. De hecho, ha sido detenido 37 veces, aunque todavía no ha sido condenado. Finalmente, encontramos a Troy, vicepresidente del grupo y encargado de mantener el orden dentro de él. Contrario a las drogas es un amante de la velocidad y el riesgo que afirma ‘vivir al límite’.