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"Bored to death" es otra serie episódica estrenada recientemente por HBO. Cada semana un caso diferente, y cada nuevo episodio, sabemos algo más, muy poco, de sus protagonistas. Y lo que sabemos tampoco nos hace aprender o identificarnos demasiado.
El protagonista es un escritor que se hace pasar por investigador privado, y que ha extraído todos los conocimientos necesarios para ejercer esta profesión de las novelas policiacas que ha leído. Raymond Chandler aparece ya en el primer episodio como uno de los libros de cabecera del protagonista, y Phillip Marlowe, como un referente (consulten el artículo anterior escrito por jerof en esta cadena cultural para saber más sobre ellos).
Esta serie apunta más maneras, le ves cosas que pueden ser muy buenas, pero no acaba nunca de explotarlas bien. Juega con el absurdo, reivindica temas pero muy sutilmente, incluso tiene una referencia clara en el cine, tanto por la parte de los detectives como por la herencia indisimulable del estilo Woody Allen, pero algo falla. Y lo que falla es, de nuevo, la dirección que intuímos gusta actualmente a los responsables de la cadena (todos sabemos que un piloto no es aceptado así como así, sino que es mirado con lupa por los ejecutivos, que son los últimos que deberían opinar).
El piloto de la serie, como digo, apunta maneras, intenciones y otros etcéteras, pero se pierde en aquello que es, seguramente, lo que más les gustó a los jefes: es episódica y no llega a complicarse, y si se complica, lo hace muy tímidamente. Tiene el elemento de transgresión que tanto gusta a HBO, pero que con la nueva línea digamos "evasiva" se extravía tanto como se pierden sus diversas líneas argumentales y estilísticas.
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Las últimas series estrenadas por la HBO no son malas series, y si las ves, pueden llegar a entretenerte, incluso a aportarte algo único. Estás ante unos productos bien hechos, y que tienen sus posibilidades de convertirse en grandes obras, pero sólo si se alejan de lo que parece pretender la HBO en la nueva temporada de series. Si siguen así, no irán a ninguna parte. Si vuelven a cambiar el timón hacia donde normalmente se dirigían, y alguna de estas de sus nuevas series sale beneficiada, seremos los primeros en hacerlo público. Pero de momento, diremos que las series de la HBO padecen algún tipo extraño de enfermedad y, por lo tanto, no podemos recomendarlas efusivamente.
Haremos lo mismo que HBO: la sugerimos muy tímidamente, y solo para pasar un buen rato, algo transgresor y apuntando algunas ideas buenas que, no pierdan la esperanza, algún día podrían hacerse realidad.