El panorama rockero nacional, todavía ajeno a la onda expansiva del 77 que está a punto de producir sus primeros daños colaterales, léase la movida, se presenta bastante uniforme.
Por un lado, una cuadrilla de grupos de hard rock, encuadrados dentro de un movimiento que se ha denominado el rollo, con notables reminiscencias hippies. A diferencia de la mayoría de los grupos de la primera mitad de la década, han dejado atrás el inglés y cantan en castellano. Muchos de éstos grabarán para Chapa Discos y serán absorbidos por el movimiento Heavy de los primeros 80.
En Andalucía se imponen los grupos que mezclan sus raíces con el rock progresivo. En Cataluña hay un movimiento cultureta, progresivo; para algunos bastante aburrido. Añadamos a Miguel Ríos y a otro cantante de un rombo (Ramoncín) que ya apunta maneras de la estrella mediática que posteriormente sería. Y poco más. Del resto, cantantes melódicos de pantalones apretados y sucedáneos de la música disco, mejor no hablar. En la segunda mitad de los 70 pocos grupos apuestan por el rock and roll sin concesiones. La mayoría de los grupos del comienzo de la década acaban diluyéndose en las corrientes antes mencionadas.
Brakaman lo intentaron desde San Sebastián, La BandaTrapera Del Rio empieza a dar guerra desde Cornellá y en Madrid están un recién llegado Moris y los Mermelada de Lentejas, que recortan su nombre y dan una réplica al Rythm & Blues borrachuzo de los Doctor Feelgood. En Madrid también hay otros dos grupos que despuntan y que correrán suertes distintas aunque paralelas. La Spoonful Blues Band acoge en sus filas a dos argentinos huidos del golpe militar de su país, se cambian el nombre por el de Tequila y pegan un pelotazo comparable al que dieron en su día los Brincos.
Se pasan al circuito de los fenómenos de fans sin dejar de ser unos alumnos aventajados de la escuela de los Stones. Su frenética y exitosa carrera les pasará factura y Julián y Manolo se quedarán por el camino. El otro grupo lleva funcionando desde 1974. Hasta la fecha que nos ocupa (1979) han grabado un par de singles en inglés, “I´m Burning” y” Like a shot”, han aparecido en el musical televisivo “Mundo Pop”, fueron uno de los grupos que tocaron en el festival de “la cochambre”, han participado en el primer recopilatorio de grupos de Rock auspiciado por Vicente Romero, “Viva el Rollo Vol. 1”.
También se les censura un disco “Sólo Para Mujeres”, no obstante ya han editado un primer disco “Madrid” cuyas letras abren una brecha respecto a todo lo que se había venido haciendo hasta ese momento. No son los primeros que cantan en castellano ni caen en el discurso político del momento que están viviendo. Los Burning son chicos de La Elipa, van más allá de la poética y magistral visión de la marginalidad de los Lone Star en "Mi Calle" y, con los Stones sonando de fondo, empiezan a contar historias sobre gente que se pasea por el lado salvaje de una ciudad gris por la que tienen sentimientos controvertidos. Jim Dinamita bien podría ser el protagonista de "Midnight Rambler", "Street Fighting Man" o "Jumpin´Jack Flash".
En 1973 Johnny era el cantante de Zovax, el grupo que ensayaba en un local contiguo. Pepe le anima a comprarse un piano y unirse a la banda. Johnny participa desde el principio en las composiciones pero en esta primera época el grupo cuenta con un carismático binomio formado Toño (cantante) y Pepe Risi (guitarra) en clara sintonía con los "Glimmer Twins" (Jagger & Richards). Quique es el bajista en cuyo SEAT 600 en una calurosa tarde de verano se gesta el nombre del grupo. El puesto de batería será el menos estable y varios serán los baterías que roten por la banda en estos primeros años.
Además de los Stones, entre sus primeras influencias encontramos a Deep Purple (en ocasiones Johnny ha comentado que el entró en la banda como organista y no como teclista), Black Sabbath (graban una versión de Paranoid para el European Pop Jury, un concurso de grupos Europeos en el que también competían Gary Glitter, Slade y Sweet; tres décadas después se editará esa versión dentro de un single doble publicado por la revista Ruta 66), o el incipiente Glam Rock (Alice Cooper, New York Dolls o "Luis el Rojo" que diría Johnny).
Por aquel entonces ensayan en los locales de Papi de la Carretera de Barcelona, les representa Javier Gálvez, suelen abarrotar discotecas como Red Gold, Argentina o M&M y cierran sus a veces caóticos conciertos con un apoteósico "Simpathy for the Devil". Esta actitud canalla y desinhibida no pasa desapercibida. En 1978 el grupo trabajará para Fernando Colomo componiendo la canción que dará título a su nueva película. El principio de la película es muy gráfico, la cámara se adentra en un local, suponemos un cine de barrio, decorado con símbolos falangistas para llegar a una sala donde los Burning están tocando "Jim Dinamita" para delirio de unos melenudos alborotados en sus butacas entre los que se encuentra un joven Pedro Almodóvar.
Con la película consiguen una notable repercusión y, además de crear una frase popular para el ligoteo fácil, acortan distancia del terreno que les tiene ganado Tequila. Cuentan que el dinero que sacaron de la película se lo gastaron en irse de fiesta a Ibiza. Dos años después participarán sin tanta fortuna en la B.S.O. de la película “Navajeros” de Eloy de la Iglesia. En 1978 se edita el single de "¿Qué hace una chica como tú en un sitio como éste'?" En la portada el grupo posa delante de un cine donde están proyectando la película. Siguen empleando su anagrama clásico y siguen gastando su imagen desaliñada y callejera.
La cara B del single, “Ginebra Seca”, una canción con el sonido pesado y cortante de su anterior trabajo, no será incluida en su segundo disco y años después, en 1988, será rescatada, ya sin Toño, para el disco “Cuchillo”. El LP "El fin de la Década" publicado en 1979, desarrolla temas claramente "stonianos" en lo literario y en lo musical, punteos de guitarra, la voz arrastrada y sensible de Toño, historias cálidas de amor nocturno, nacidas del coqueteo del propio grupo con las drogas. Como patrón, el "Let it bleed" y el "Sticky fingers" de los Stones.
Si existe una canción que les abrió muchas puertas fue la mencionada “Que hace una chica como tú en un sitio como este” gracias a la película de Fernando Colomo del mismo título, donde además eran protagonistas junto a Carmen Maura. Sin embargo el título del disco ya nos pone sobre aviso. No sólo es una coincidencia en el tiempo, es el final de una etapa. El grupo ha evolucionado, no ha abandonado sus raíces pero se abre a nuevos caminos: componen canciones mas relajadas y tristes en la línea de lo que ha venido haciendo Lou Reed esos años, con letras mas poéticas y melancólicas.
Con "El fin de la Década" los Burning alcanzan una cima de la que descenderán en caída libre hasta tocar fondo para después resurgir de sus propias cenizas. La música de Burning es canallesca, castiza, chulesca y nostálgica. Sus temas nos transportan a las novias que nunca conocimos, las barras que nunca soportaron nuestras penas y los cigarros que dejamos de fumar. Su música es para perdedores, para solitarios, para los amantes del olvido, de historias inconclusas, de ayeres y de ya te lo dije. Su verbo fácil, su mirada turbia y el olor a humo son, para cualquier alma sensible, un déja-vu. Ejercicios de nostalgia que rememoran una escena no vivida sino por vivir.