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La despedida es un acto humano que implícitamente conlleva, como mínimo, una pequeña dosis de mitificación. En su momento muchos grupos han anunciado cosas tales como "última gira" o "gira de despedida" y muy pocos lo han mantenido a rajatabla...
Cuando Ozzy Osbourne editó el álbum "No More Tears" a principios de los 90 se apresuró a anunciar a bombo y platillo que esa sería su última gira, y de hecho la misma se llegó a titular "No More Tours"; sin embargo hemos podido comprobar que después de aquella han venido unas cuantas giras más, llegando incluso a montar festivales como el Ozzfest, donde se presentaban en un mismo cartel a Ozzy actuando en solitario y a Ozzy actuando con Black Sabbath.
The Band podrían ser otro ejemplo de falsas despedidas: grabaron un concierto de despedida que titularon "The Last Waltz", del que se extrajeron un álbum y una película dirigida por Martin Scorsese, donde aparecían un montón de invitados especiales de conocido renombre para darle más fuerza a ese supuesto evento final y, sin embargo, al cabo de unos años el grupo se volvió a reunir en diferentes ocasiones.
Si hay algún grupo que por el momento se ha mantenido firme en su decisión de dejar de girar, éste ha sido un trío español comandado por Rosendo. Me refiero, lógicamente, a Leño, que llevan separados desde principios de los ochenta cuando finalizaron aquella gira junto a Miguel Ríos y Luz Casal llamada "El Rock De Una Noche De Verano" donde ya era de dominio público que iba a ser la última del grupo como tal.
Pero el caso del que nos ocupamos hoy es el de los irlandeses Thin Lizzy, algo más esperpéntico de lo habitual. Era sabido que Thin Lizzy y especialmente su líder, el cantante y también bajista Phil Lynott, llevaban un ritmo muy alto de vida desde que la banda obtuviera el merecido éxito allá por la segunda mitad de la década de los 70. Lynott iba mucho más lejos y se comportaba y vivía como una verdadera estrella, lo que generaba, según palabras de su propio manager, medio millón de libras anuales para mantener a la banda (algo así como más de cien millones de las antiguas pesetas). Cuando la popularidad del grupo descendió paulatinamente a principios de los 80, y discos como "Chinatown" o "Renegade" no obtuvieron la respuesta esperada porque el público más joven se decantaba por otros grupos más jóvenes y duros surgidos de aquella corriente llamada New Wave Of British Heavy Metal (NWOBHM), ellos como tantos otros grupos de la década anterior empezaron a notar el bajón.
En aquel momento las deudas del grupo eran ya enormes, y la primera solución por la que optó el grupo fue endurecer y poner al día su sonido; para ello echaron al sombrío guitarrista Snowy White y lo sustituyeron por el aquél entonces desconocido y jovencísimo John Sykes (un guitarrista mucho más técnico y heavy) que militaba en los Tygers Of Pan-Tang. El cambio surgió efecto y el álbum que editaron en aquel año 1983, "Thunder And Lightning", tenía un sonido mucho más duro y acorde con los tiempos que corrían; la banda se mostraba en plena forma y las canciones que se incluían en él sonaban más enérgicas, redondas e inspiradas. Dicho trabajo obtuvo una mejor respuesta, pero no la suficiente como para sufragar las deudas acumuladas. Para solucionar dicho problema la compañía discográfica propuso a la banda hacer una gira de despedida en toda regla pensando que generaría mucho más dinero del habitual por ser anunciada como la última.
Evidentemente la banda no tuvo más opción que aceptar, aunque exceptuando al otro guitarrista Scott Gorham nadie del grupo quería dejarlo en aquel momento. La gira fue un éxito, tal y como esperaba la discográfica, pero el grupo pagó un precio muy caro para ello; nadie en su sano juicio tenía tanto morro como para seguir adelante con la banda, así que tras trece años de carrera el grupo terminaba forzosamente por unas circunstancias tan tristes como las ya apuntadas. La gira se llamó "Farewell Tour" y tuvo conciertos memorables como el del festival de Reading, entre muchos otros, que además tenían el aliciente de incluir a ex-miembros de la banda tales como Gary Moore, Eric Bell y Brian Robertson como invitados especiales en algunos temas.
De ella se extrajo el álbum en directo titulado "Life", aunque en realidad era la crónica de una muerte anunciada y luego, cómo no, cada uno a lo suyo. Phil Lynott no tuvo mucha suerte con Grand Slam; el nuevo grupo que formó junto a John Sykes, Brian Downey (ambos de Thin Lizzy) y el teclista Mark Stanway (Magnum), sólo llegaron a hacer algunas pequeñas giras y grabaron unas demos que no llegaron a ninguna parte, pues ninguna discográfica quería arriesgarse con un tipo como Lynott. Sykes fue fichado por Whitesnake, lo que representó un golpe fuerte para Phil que anduvo un tiempo perdido; hasta que cuando por fin conseguía remontar cabeza a raíz del éxito que supuso el tema "Out In The Fields", que cantaron y compusieron a medias con Gary Moore, moría por una sobredosis a principios del año 1986.
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