El Beatle silencioso, el más discreto y místico de los cuatro chicos de Liverpool que conmovieron al mundo, murió de cáncer a finales del año 2001 en Los Ángeles.
Su figura no es tan popular como la de
Lennon, pero
se empieza ya a reconstruir poco a poco una enigmática personalidad, que ha permanecido a la sombra del grupo que ha marcado no sólo la música popular de nuestro tiempo, sino la identidad de varias generaciones de jóvenes.
Una reciente y cuidada reedición de su álbum
"Living In The Material World" y el documental de
Martin Scorsese, ya recomendado por CEC MÚSICA, rehabilitan ahora su obra y nos muestran una inquieta espiritualidad, que busca la luz en Oriente.
Cuando
Harrison publicó dicho álbum, en 1973, venía de organizar un conjunto de conciertos para Bangladesh, que fueron
el germen de todos los festivales benéficos que se han hecho a partir de entonces.
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En las notas que acompañan la reedición de este disco, un iluminado George reconoce la influencia de Bhaktivedanta Swami. Sus palabras pertenecen al libro "I Me Mine", y van acompañadas de fotografías inéditas. La grabación recupera además dos piezas inéditas, que fueron caras B en su época: Deep Blue y Miss O´Dell.
Otros elementos audiovisuales complementan este curioso volumen, al que sólo falta sándalo para transmitir su esencia religiosa con una asombrosa candidez acústica.
Este álbum es, en cierta forma, una versión ampliada de su oración "My Sweet Lord", la canción que en 1971 mezcló los mantras a Krishna con los aleluyas cristianos, llevando a Harrison al primer puesto de las listas de ventas, tras la disolución de los Beatles.
La India y los Beatles siempre tuvieron una relación especial y muchos consideran que gracias a la banda de Liverpool, la música india se conoció mejor en Occidente. Los estilos alternativos de la década de 1960, las drogas y el anti-materialismo ofrecieron la ocasión propicia para los interesados en la búsqueda de la libertad personal, cultural y sexual.
Fue precisamente
Harrison quien impulsó a los Beatles a iniciar esa búsqueda en los años 60 e ir a la India. En 1965, durante la filmación de la
segunda película de los Beatles, "Help", Harrison
descubrió la cítara, el instrumento de cuerdas indio. Poco después, el grupo grabó la canción
"Norwegian Wood", convirtiéndose en la primera banda occidental de rock en utilizar la cítara.
Un año más tarde, Harrison viajó a la India para aprender a tocarla con el reconocido maestro
Ravi Shankar.
A pesar de las objeciones de Shankar por el consumo de drogas del ex Beatle y por la forma errónea en que la generación hippie percibía a la India, éste aceptó al alumno y la relación entre ellos continuó y se mantuvo durante muchos años.
Harrison produjo algunos de los discos de Shankar, incluído el famoso "Cantos de la India". Harrison y Shankar también fueron la inspiración del concierto a favor de Bangladesh en 1971, el ya citado primer gran festival de rock a nivel mundial para recaudar fondos con fines benéficos.
La atracción de Harrison por la India no se limitó a la expansión de sus fronteras musicales y condujo a los Beatles a explorar el misticismo oriental, algo que lo cambió profundamente. Una de las razones por las que se interesó en la India, según dijo en 1992 en una entrevista, fue porque "abrió esta enorme puerta en el fondo de mi conciencia".
Su búsqueda lo puso en estrecho contacto con un guru espiritual de la India,
Maharishi Mahesh Yogi. George era, sin dudas, el más ingenuo de los Beatles, pero también el más sincero. Los otros estaban en la India para divertirse un poco, pero George tomaba con seriedad al país y al Maharishi. Con el tiempo, Harrison se convirtió en un devoto del dios indio Krishna y donó grandes sumas de dinero y una finca de casi diez hectáreas en las afueras de Londres a la Sociedad Internacional para la Conciencia de Krishna. También incluyó la mantra Hare Krishna en algunas de sus canciones.
La madre de George era católica, pero aunque de niño iba algunas veces con ella a la iglesia, la religión le parecía fría y formal, hasta conocer al guru Maharishi en 1967, dos meses después que los Beatles hicieran su disco
"Sergeant Pepper´s Lonely Hearts Club Band".
En su canción
"Within You Without You", Harrison anunciaba que habían descubierto un amor, con el que "podríamos salvar el mundo". Entonces cantaba: "Todos somos uno y la vida fluye dentro de ti y fuera de ti". George había descubierto desde hacía dos años el LSD cuando un amigo dentista le había dado una dosis con el café después de cenar.
Harrison dice que "no había probado nada parecido antes". Cree que "abrió algo dentro" de él y "se dio cuenta de muchas cosas". El verano de 1967 lo pasó Harrison en el centro mismo de la cultura psicodélica en el barrio de Haight-Ashbury en San Francisco, pero al no encontrar allí el amor que buscaba, abandonó el mundo de la droga. "El LSD no es verdaderamente la respuesta, no te da nada, aunque te permite ver muchas posibilidades que quizás no habías visto nunca antes; hay maneras especiales de elevarse sin drogas a través del yoga, la meditación y todas esas cosas"... Los Beatles conocieron a Maharishi Mahesh Yogi, cuando tenía 55 años. Había fundado un Movimiento de Regeneración Espiritual. Con su larga melena, una barba gris, túnicas blancas y una sonrisa beatifica, hablaba siempre de amor, en un discurso lleno de acertijos. Las historias que se contaban entonces de estos maestros orientales eran increíbles. Se decía que andaban sobre el agua y vivían cientos de años, con cuerpos que no eran más que materializaciones. Todo aquello fascinó al grupo, pero se desilusionaron después de una temporada en su ashram. Lennon de hecho le dedica una canción, llamándole Sádico sexual ("Sexy Sadie") en el álbum blanco de los Beatles.
Sin embargo el interés que Harrison sentía por las religiones orientales no era algo pasajero y será Swami Prabhupada (el fundador de Hare Krishna) quien ocupe el lugar de Maharishi Mahesh Yogi. Swami se había mudado a San Francisco en los años sesenta. Harrison le regalaría luego una mansión en Inglaterra y les apoya económicamente. En 1969 graba el Mantra Hare Krishna con Ravi Shankar, que llegó a ser un éxito popular, antes de "My Sweet Lord". "Habiendo tenido éxito y conocido a toda la gente que merece la pena conocer", Harrison concluye que en Occidente "todos vibran en un ámbito material, que no te lleva a ningún sitio", pero en la India siente que hay "algo que es sólo espiritual".
"Espero salir de este lugar", canta en
"Living In The Material World", "por la Gracia del Señor Sri Krishna, mi salvación del mundo material". En su gira americana de 1973, Harrison hace que el público cante el Mantra Hare Krishna, prometiendo que "si lo hacemos todos, volaremos el techo por los aires". No ocurrió así, pero el cantante mantuvo su fe hasta el final. Tanto fue así, que cuando fue asaltado en su casa poco antes de morir con un arma blanca, dijo Hare Krishna; según declaró su atacante en el juicio. En los años noventa todavía cantaba para promover la meditación trascendental y financió el Partido de la Ley Natural, la rama política de los seguidores de Maharishi.
¿Qué es lo que encontró Harrison en este misticismo oriental?. El músico, fallecido de cáncer pulmonar el jueves en Los Ángeles, fue cremado en un ataúd de cartón poco después de su muerte sin ceremonia fúnebre, siguiendo los requerimientos de su fe oriental. Su esposa e hijo se dieron las manos y elevaron un sencillo rezo antes de la cremación en la casa de su amigo Gavin de Becker, donde Harrison murió.
Un miembro de la Sociedad Internacional para la Conciencia de Krishna sugirió que las cenizas de Harrison podrían esparcirse en el río Yamuna, que atraviesa el lugar donde el ex Beatle solía hacer sus retiros espirituales.
Se pasaba varios días seguidos allí, era un lugar donde podía rendir culto en paz, pues nadie sabía que estaba en la India. George quería que su muerte fuese algo privado, como su vida; de esta manera las cenizas del ex Beatle fueron esparcidas por su familia en un río de la India, para cumplir con sus últimos deseos. "Si hay un Dios, quieres verle, no tiene sentido creer en algo sin pruebas; toda la actitud cristiana consiste en que creas lo que ellos creen mientras que en la India aprendí que no puedes creer en nada hasta que no hayas tenido una experiencia directa de ello". La meta de Harrison era descubrirlo perdiendo su individualidad en el puro ser y llegando al estado de pura conciencia por el camino de la meditación trascendental.