Dear Mr. President (album) (Photo credit: Wikipedia)
“Hey Daddy Have You Ever Been Arrested?”, “Fred Astaire”, “Fate”, “Flesh and Blood”, “What’s The World Coming To?”, “Where Is The Love?”, “Queen Of My Parade” o “Who Killed Santa Claus?” son títulos de canciones que probablemente no provocarán reacción alguna en mucha gente, pero seguro que le traerán muy buenos recuerdos a una selecta minoría...
Nacieron en 1986 de las cenizas de distintos grupos de hard rock de la zona de Portland a los cuales pertenecían todos sus integrantes; uno de ellos eran Movie Star, primer nombre de pila de los posteriormente conocidos como Black 'N' Blue, formación en donde empezó a dar los primeros pasos de su carrera musical el actual guitarrista de Kiss Tommy Thayer.
Qué banda tan especial y tan olvidada al mismo tiempo, si me refiero a Dear Mr. President, la formación liderada por Julian Raymond que sólo llegó a publicar un álbum y que se separaría al cabo de poco tiempo. Además existe muy poca información sobre ellos en internet, lo que no facilita precisamente un encuentro casual con ellos ni por casualidad. Desde hace algunos años Julian Raymond trabaja como A&R en la industria; una lástima, alguien como él debería estar componiendo y grabando nuevas canciones.
Cuando una banda o artista toma el riesgo de situarse en un plano musical ambiguo y no definir su propuesta específicamente hacia a un público determinado corre el peligro de quedarse en tierra de nadie, y eso es quizás lo que le ocurrió en concreto a esta excelente formación, entre muchos otros factores más, que vino al mundo claramente en el lugar y en el momento equivocados. En Dear Mr. President el pop y el rock se daban la mano por igual cuando todo el mundo se apresuraba a posicionarse en uno de los dos bandos.
La banda, rapidamente, se mete de lleno a componer sus propias canciones y un año más tarde ya firmaban el tan anhelado contrato discográfico con Atlantic Records, lo que presagiaba de entrada una prometedora y ascendente carrera. El guitarrista de Foreigner Mick Jones fue el hombre asignado por parte de la compañía discográfica para llevar a cabo las correspondientes tareas de productor en el inminente primer y único álbum que iban a grabar. El resultado de ello es un trabajo extraño en el contexto del hard rock reinante en aquella época, aunque sus pintas si tienen un punto en común con aquellos grupos musicalmente el álbum no obtuvo el beneplácito de aquellos. Sus letras tampoco eran las habituales en el género y recurrían a una temática muy alejada de los tan trillados tópicos de fiestas, chicas, orgías, diversión y rock'n'roll que podemos encontrar en grupos como Kiss, Bon Jovi, Ratt, Poison o Motley Crue.
Sus letras eran de carácter social y oscuro pero en un tono muy apocalíptico o críptico, sumamente desagradables en toda aquella escena rockera con espíritu y ambiente festivo. Ellos cuentan historias de asesinatos, violencia, injusticia y terror que ocurren en las calles de cualquier ciudad; sin obviar otras exquisiteces como la polución del cuerpo y la mente, la desecración de las almas o la depresión del espíritu desde la pérdida de la esperanza y el coraje; todo ello expresado de manera muy enojada con una total rabia y odio hacia el sistema. Lo más curioso es que la música era netamente pop y para nada estridente, salvo puntuales y contados guitarrazos más duros y algún que otro aullido vocal bastante controlado. Ni siquiera sonaban a bandas herederas del pop guitarrero de los Cheap Trick como los también muy recomendables Enuff Z'Nuff, que tenían especial predilección por las armonías y coros beatlenainos.
A veces podían sonar parecidos dentro de lo que cabe a The Cult, como en el tema que abre el álbum “Hey Daddy Have You Ever Been Arrested?”, y resultar hasta cierto punto peligrosos, incluso en determinados momentos podemos encontrar influencias góticas más en consonancia con la temática de las letras, aunque en muchos casos encontramos un sonido pop más bailable o incluso funk que no deja de sorprender por lo disparatado o disonante que pueden resultar unas letras de ese típico encima de unas bases musicales con sintetizadores y demás ingredientes al estilo bubblegum. Para algunos incluso resulta algo tan grotesco como si Kory Clarke se deshaciera de sus Warrior Soul para fichar a los componentes de Duran Duran (gran grupo, sea dicho de paso) como banda de acompañamiento. Una propuesta original que personalmente recomiendo pero que no encontró la suficiente acogida y se desvaneció rapidamente.
Ya sabemos que de antemano tenemos una serie de prejuicios establecidos y que la mayoría de veces nos cuesta romper con ellos, lo que hasta cierto punto nos priva, nos condiciona y no deja abrirnos a territorios inexplorados; bien podría ser este el caso que justificara a Dear Mr. President. Como dato curioso habría que añadir que una vez estuvo el disco en la calle tuvieron problemas con la misma Casablanca debido al indebido uso de la expresion "Querido Sr. Presidente", que alegaban que les pertenecía a ellos, y como hay cosas contra las que es imposible luchar porqué a ciencia cierta ya sabemos que de entrada son una batalla perdida el grupo optó por cambiar su nombre por el de Flesh And Blood (un nombre todavía menos indicado que el anterior y que todavía desorientaba más al oyente). Atlantic tuvo que relanzar el álbum con el nuevo nombre pero su momento ya había pasado y el grupo no tardó en separarse.