Después de un tiempo viendo, leyendo, escuchando y -sobre todo- soportando con la paciencia de un santo los acontecimientos acaecidos durante los últimos meses en la realidad diaria de nuestra queridísima España...
...una España variopinta, de mezclas exquisitas de culturas, de paradisíacos paisajes, de playas de bandera azul, de gente trabajadora, de turistas que nos visitan y nos escogen cada vez más como destino turístico -y otros que repiten-...
...pero también un país repleto de gente en el paro como un servidor -y muchos otros-, llena hasta rebosar de supuestos chorizos, estafadores, asesinos y cafres que lo único que hacen es desfilar por los juzgados, y con una Hacienda que somos todos menos ELLOS...
...pues me decido -una vez más- a pensar en voz alta con vuestro permiso, queridos seguidores de CEC Series, y sin censura - espero -.
Como ya dijo una vez el presidente del Supremo: la Ley está pensada "para el robagallinas", y no para el gran defraudador. Y esto supone una gran traba para la lucha contra la corrupción. Las leyes se han hecho siempre por y para los ricos y poderosos, no para el pueblo. Esa ha sido y sigue siendo la constante a lo largo de la Historia, y hay muchos ejemplos que lo demuestran.
Uno de estos ejemplos es la Combination Acts de 1799, leyes promulgadas en Inglaterra que prohibían el derecho de asociación y el derecho de huelga de los trabajadores.
En pleno siglo XX, el todopoderoso Henry Ford consiguió enviar al ejército de los Estados Unidos a las huelgas del sector del automóvil.
Emilio Botín debería haber sido juzgado por el caso de las cesiones de crédito comercializadas por el Banco Santander, y no solo no lo fue, sino que le dio su nombre a una Doctrina de impunidad en la Justicia.
No son los políticos los que realmente mandan en España: éstos vienen a ser los capataces, pero los que de verdad mandan son los amos, los grandes banqueros y los grandes empresarios. Ellos son los que ordenan a los políticos hacer las leyes de uno u otro modo. Yo diría que nuestros políticos se han hecho las leyes a su medida y, aunque aparentemente vivimos en una democracia, en realidad vivimos bajo el gobierno de los más ricos y poderosos: es decir, en una plutocracia.
Ya el despotismo ilustrado desde Francia nos decía que debíamos "dejar hacer, dejar pasar", pues el mundo funciona por sí solo, pero no nos decían que detrás estaban ellos actuando en el "haz lo que yo digo, pero no hagas lo que yo hago".
En fin, prehistoria política pero lastimosamente en España somos aún tan burdamente elementales -políticamente hablando-, que la política da risa y pena. Hay un lema antiquísimo en Francia: el derecho civil, mercantil, está hecho para que los ricos roben a los pobres; y el derecho penal está hecho para que los pobres no puedan robar a los ricos.
