El Bisfenol-A (también conocido como BPA por sus siglas en inglés) es una sustancia orgánica descubierta en el siglo XIX que desde hace más de 50 años se utiliza como elemento para endurecer ciertos tipos de plástico de acabado transparente (policarbonato o PC). Es utilizado en una amplia variedad de productos domésticos de envase que llenan los gabinetes de muchas cocinas modernas, y recientemente ha sido blanco de una fuerte controversia.
Transparente, silencioso, irrompible, económico y duradero; el plástico policarbonato o PC es uno de los productos más comunes de la industria química, con una producción anual de millones de toneladas en todo el mundo. Se utiliza para la elaboración de biberones, botellas de agua desechables, selladores dentales, cubiertos, vasos y vajillas de plástico, envases con tapa para comida, discos compactos, anteojos, etc. Productos de uso común que han sobrepoblado los hogares, convirtiéndose en enemigos silenciosos, transparentes y de temer.
Desde hace décadas se ha visto al BPA con ojos cautos. Pero fue en el año 2008 cuando se desató en Canadá y en los Estados Unidos una fuerte polémica acerca de los peligros que supone este producto y que acechan especialmente a bebés y niños menores de tres años. Según la Federación de Drogas y Alimentos (FDA) de Estados Unidos, el plástico es una “sustancia de contacto”. Pero ese contacto no es inocuo. Todos los tipos de plástico envían toxinas a los alimentos que contienen.
El policarbonato es uno de los más peligrosos por las toxinas que libera. Más de un centenar de estudios han indicado que el BPA presente en el policarbonato tiene efectos similares al estrógeno; interfiere en el funcionamiento hormonal y ha sido causante de múltiples enfermedades en animales de laboratorio. Observaciones con ratas de laboratorio han revelado que animales expuestos a dosis inyectadas o ingeridas de BPA mostraron cambios en los tejidos mamario y prostático, sugiriendo un riesgo inminente de cáncer. Otros estudios practicados en monos sugieren riesgos de enfermedades cardiovasculares.
La asociación médica americana apunta a que más del 95% de los habitantes de los Estados Unidos presentan un nivel detectable de BPA en la sangre, e indica los efectos potenciales que el Bisfenol-A podría tener. Como consecuencia de la polémica en torno a este tema, seis de las más grandes compañías manufactureras de biberones de los Estados Unidos (Avent, Evenflo, Gerber, Playtex, Dr. Brown y Disney First Years) acordaron en marzo de 2009 dejar de utilizar BPA en sus productos. Así, sus biberones y vasos posteriores a esta fecha están libres de policarbonato o PVC, pero no los anteriores.