Lo cierto es que Black Mirror ha llegado con más fuerza que nunca. La serie de culto en la que se ha convertido continúa explorando los entresijos de la tecnología así como el inminente impacto y daño en nuestra sociedad.
Los de Netflix esta vez han querido englobar más y nos han entregado seis episodios por si nos sabían a poco tres. Una nueva prueba de que quien mucho abarca, poco aprieta y el resultado es ciertamente irregular, teniendo la misma cantidad de picos de genialidad que de mediocridad.
El impacto que en su momento tuvieron episodios como El Himno Nacional o Toda tú Historia se perdió allá por el 2011 en la que fue la mejor de las tres temporadas.
Claro que hay cosas muy buenas de la segunda, especialmente que se quedara en tres episodios, al igual que hay cosas tan remarcables como soberbias en esta tercera, pero el poso final y los comentarios que nos han ido llegando a través de las malditas redes sociales, sólo son buena prueba de que al final, mucho ruido y pocas nueces.
Caída en Picado, ese que dicen que podría ser el mejor episodio, termina haciéndose tedioso y dogmático a los 20 minutos mientras que Playtest juega su baza a través del terror por primera vez en Black Mirror saliendo airoso de la prueba.
Pero es en su tercer episodio, Cállate y Baila, dónde realmente una colonia de hombre se la juega. Quizá uno de los capítulos más realistas y jodidos por lo empático de su argumento. Cualquiera que se haya puesto juguetón delante de su ordenador, lo verá más terrorífico que cualquiera de las partes de Expediente Warren.
A partir de ahí, la serie decae con una historia de amor con saltos en el tiempo y un episodio belicista a medio camino entre en cine apocalíptico de zombies y cualquiera de las secuelas de Starship Troopers, para volver a remontar en Odio Nacional, el último episodio de 90 minutos de duración que bebe por completo de Expediente X.
Una vez más estamos ante el típico caso de serie de culto sobrevalorada. Quizá, si la cosa se hubiese quedado en aquellos 3 episodios de hace 5 años, ahora mismo sería oro puro, pero no ha sido así y la memoria de Black Mirror está condenada a ser mancillada durante muchos años más.
Porque sí, la maravilla de está serie es que solo sean 3 capítulos, largos, complejos y reflexivos.
No estoy de acuerdo en que la primera sea la mejor, porque para mi tanto la primera como la segunda tienen 2 capítulos muy buenos, y el otro, pese a que siga una línea es aburrido o no está al nivel, por supuesto para mi estos son "15 millones de méritos" y "Waldo", dos capítulos que se me atragantaron cuando los vi.
Pero lo que disfrute viendo los otros capítulos, destacando "Oso Blanco" fu muy remarcable. Nada comparado a "Blanca Navidad) ese especial de hace un par de años que a día de hoy sigue siendo el mejor capítulo de toda la serie.
En cuanto a esta tercera temporada no tengo mucho que aportar a lo que mencionas. Los mejores para mí han sido el 4, "San Junipero" (sobre todo por ambientación y música) y el 3 "Cállate y baila", el mejor capítulo de la tercera temporada con diferencia, dinámico, agónico y con un final que te destroza.
El resto de capítulos, aunque pasables no llegan al nivel de lo que era la serie, ni tampoco de lo que pretende ser, especialmente el primer capítulo de la tercera temporada, que parece haber sido el que mas ha gustado o por lo menos mas movimiento ha generado, incluso sacando su propio juego, y en mi opinión es el peor capítulo de la temporada. Aburrido a más no poder.