A poco más de una semana del estreno de la segunda temporada de 'Daredevil', uno tiene la sensación de que las cosas, en la primera temporada, se hicieron bien. De las pocas veces que se hacen bien. Y hay ganas de una nueva entrega.
Y es que Netflix ha llegado pisando fuerte para marcar la diferencia, tanto con su programación como por la calidad de sus productos.
Así que, si había algún individuo con espinas atravesadas por la adaptación de Ben Affleck, aquí podrá hacer las paces con el personaje invidente.
Al igual que Gotham, Daredevil se toma en serio a sí misma, razón de peso para que el resultado final sea más que notable, pues la serie profundiza en un Murdock que está empezando y que, de un modo u otro, prefiere arreglar las cosas en los tribunales que a golpes en las calles.
Lo que pasa es que éstos están muy jodidos y, al final, los puños llegan hasta donde no llega la ley.
Además, la serie nos regala una considerable cantidad de personajes maravillosos como el inolvidable Wilson Fisk -que interpreta Vincent D’Onofrio-, por fin un villano a la altura de las circunstancias.
Ritmo, acción y suficientes dotes de sangre como para creer que estamos ante una adaptación seria: una carencia cuando se trata de cómics, y más para un medio como la televisión en el que predominan otro tipo de adaptaciones, como Arrow y The Flash.
La televisión del futuro está aquí y Daredevil es una buena muestra de ello. El próximo viernes, 18 de marzo, la segunda temporada en Netflix. ¡Ganazas!