Nadie debería pensar mal de primeras, así que creo en las buenas intenciones de William Eubank a la hora de querer construir un film de Ciencia Ficción con una trama enrevesada para que sea el espectador quien, poco a poco, se vaya dejando el cerebro para intentar descifrar su planteamiento.
El problema llega cuando a mitad de película intentamos comprender qué es lo que está pasando, pues aunque parece obvio, no es ni remotamente lo que habíamos pensado... ¿o sí?
La Señal presume de ser un film con bajo presupuesto que llega arropado por el premio otorgado a sus efectos especiales en el Festival de Sitges. Y lo cierto es que está increíblemente bien hecha, pero poco más.
Para dar la talla en tan ardua tarea es necesario contar con el respaldo de un buen guión como fue el caso de "Distrito 9" o "Coherence", que pese a la locura como bandera de su historia, convence y resuelve el rompecabezas de manera brillante.
No estamos ante una mala película, ni muchísimo menos. Como decía antes, las intenciones están ahí, pero no son suficientes para enfrentarse a según qué planteamientos y salir airoso.
La ambición y las pretensiones pesan demasiado y tanto pastiche convierten el metraje en un proceso lento, con ritmo pausado, en el que cuando llegan sus escenas de acción estamos demasiado aletargados para segregar adrenalina.
Habrá que ver como se las gasta Eubank en su próxima película, pero si continúa por la senda ya transitada en "Love" o "La Señal", es posible que los amantes del género puedan llegar a perder el interés en su trabajo.