Las comparaciones son odiosas, pero es cierto que lo primero que se le viene a uno a la cabeza es aquella 'Adivina Quien Viene Esta Noche', un film tan vigente hoy como en el 67 y que, más que una comedia, podría ser una película de terror por su forma de llevar la temática racista.
Peele no se anda por las ramas ni se rompe demasiado la cabeza a la hora de tejer el argumento: bebe descaradamente de fuentes repetidas y lugares muchas veces transitados, pero llevando el tema del racismo a cimas muy divertidas -aunque para ello tenga que retorcer un conflicto tan antiguo y peliagudo como este-.
Con un ritmo lento pero imparable, el film transita por el thriller y el terror sin tapujos. Sin embargo, en todo momento es consciente de que su incorrección podría haberle llevado a caer en el ridículo debido a ese constante uso del humor más negro -nunca mejor dicho- que la hace aún más deliciosa.
Salir airoso de algo tan complicado tiene su mérito: la frescura con la que su director plantea el problema de la trama y la resolución menos coherente que podíamos imaginar juegan siempre a favor de un guión tan bien armado que es imposible dejar pasar su amargo fondo.
Es desde luego, una de las propuestas más atrevidas del año.