Era obvio, ¿no? ¿Acaso alguien pensaba que James Gunn iba a cagarla con la que fue posiblemente la mejor películas de superhéroes hasta la fecha?
De ninguna manera. Cómo buen conocedor de su oficio, ha elaborado un maravilloso guión que podría superar a la primera parte y, desde luego, ha puesto más énfasis en el sentido del humor del film, resultando una auténtica comedia. Con acción y efectos, si, pero divertida a rabiar.
Pratt sabe perfectamente la importancia de Peter Quill para su carrera, por ello mima con sumo tacto su personaje mientras se siente cómodo enfundando la piel de nuestro hombre.
No es el único. Dave Bautista es definitivamente el mejor cómico de la pandilla, bruto como él sólo y directo como una flecha.
La ternura corre a cargo de Groot, una pequeña ramita prototipo del que fue un duro árbol que consigue hacer las delicias del espectador, protagonizando unos títulos de crédito iniciales que pasarán a la historia.
Un conjunto bien hilado, reposado y pensado que, por mucha acción tenga -y puedo asegurar que la tiene-, no tiene ningún complejo a la hora de autoparodiarse con su aire y psicodelia "retro", además de contar con un humor tan fino como sutilmente utilizado en fuera de campo. Y, todo esto, sin perder el respeto al cómic original, a la amistad, a la familia o al resto de seres que conviven en la galaxia.
Una absoluta obra de arte. Prometido.