Podría ser una de las franquicias más rentables de la historia del cine, por muy trasnochada y perenne que se encuentren sus incombustibles secuelas.
Es cierto que van perdiendo fuelle con cada nueva entrega, aunque hasta la fecha, no ha habido ni un solo fiasco en taquilla.
Por mucho que Bardem defienda el buen estado de la franquicia, la aparición de su mujer en la cuarta parte o lo mucho que él quería formar parte del set de rodaje, aquí lo que impera es la pasta gansa que se ha debido embolsar el español, por no hablar de la que habrá ganado Depp, razón de más para enfundarse el traje que un día dio un empujón a su carrera y que, años después, le sepultó y encasilló hasta la mofa.
Las repetidas promesas de llevar la saga a sus principios han sido en vano, pues esta quinta entrega demuestra que, o terminan con la broma, o hay que replantearse hacer un nuevo enfoque.
Nos enfrentamos una vez más a un excesivo metraje acompañado de un ritmo torpe y unos personajes cada vez más vacíos, ya no solo porque no tengan nada que aportar, sino porque los nuevos fichajes son tantos, y algunos tan ridículos, que uno pierde el norte de quien es quien o cual es el verdadero protagonista aquí.
Disney no se equivoca al pensar que su franquicia aún podría dar para más, pero enfoca de manera errónea su continuidad, siendo cada nueva parte aún más infantil e insustancial que su predecesora.
Puede que la marcha de Gore Verbinski fuese lo que realmente sepultó a estos piratas, pero da la impresión de que nunca volverán a recuperar el rumbo marcado ni las épicas aventuras de sus primeros años que, para qué vamos a engañarnos, eran el entretenimiento palomitero que todos seguimos buscando.
El barco se hunde y Depp con él. Aunque a Disney parece no importarle demasiado, pues habrá una sexta parte en poco tiempo. Y, por lo que parece, las cosas aún van a torcerse mucho más...
Como dijo Quevedo; “Poderoso caballero es Don Dinero”. Así se explica que Bardem, defienda el “buen estado de la franquicia”, pese a que hace años dijera que prefería hacer cine en España, a superproducciones como ésta.
Mucho me temo que Disney, ha quemado la saga por buscar el beneficio económico y que va a ir a peor. El barco se ha hundido y Disney lo ha bombardeado.
Un Saludo