El caso de 'It', bajo mi punto de vista, es uno de esos de revisión obligada. Aquella película de Tommy Lee Wallace, no sólo ha quedado obsoleta, sino que por momentos es completamente arrítmica y ridícula.
Cierto es que en su momento fue un bombazo y Pennywise uno de los monstruos más terroríficos de la pantalla, pero ahora sólo provoca risa en un film extremadamente largo y con un final discutible.
El It de Muschietti ofrece un nuevo punto de vista sobre el libro de Stephen King, respetando dos marcadas partes como hacía la primera adaptación, pero llenando de verdadero terror y ritmo la pantalla.
Podría ser que la presencia de Finn Wolfhard de Stranger Things juegue a favor en un momento en que ambos personajes no distan mucho, pero el acierto es seguro pues aquella parte del libro más aventurera en la línea de The Goonies sigue ahí, oscura y real como la niñez y los miedos interiores.
No todo gira en torno al payaso asesino. Hay mucho más detrás de la trama, ya sea por el maltrato físico a los niños como el psicológico y abusivo. Una inteligente forma de mezclar ambos terrores reales con la historia que todos conocemos a día de hoy.
En definitiva, la nueva revisión de It es infinitamente mejor que aquel film de culto, sobre todo por hacer los miedos interiores más reales y por tomarse en serio a sí misma cuando debe hacerlo.
Ojalá su segundo capítulo continúe por el mismo camino. Así da gusto ver cine de terror.