Buenas intenciones, erróneas decisiones
Llega tarde, casi cuando su predecesora se ha convertido en un film de culto que, a día de hoy, aún sigue aterrorizando como la primera vez.
Cacería Nocturna se equivoca en todo. Desde su planteamiento hasta su resolución, pese a que su intención es buena.
Mantiene el tipo con los tres asesinos, pero se precipita estrepitosamente hacia el slasher más facilón y adolescente posible, algo de lo que la película de Bryan Bertino consiguió desmarcarse para realizar un film tan perturbador en su atmosfera como terrorífico en sus motivaciones. Amén de la puesta en escena y elaboración, casi sin música y completamente centrada en unos personajes en estado de gracia.
Los Extraños 2 es un sinfín de música y ruidos estridentes que, si bien funcionan para levantarnos de la butaca, también sirven para olvidar el film a los 5 minutos de abandonar la sala.
Roberts no sólo dota su película de personajes vacíos, sino que también copia desesperadamente a clásicos como Viernes 13, en un final, que podría haber tenido conexión con cualquier chapuza de terror excepto con Los Extraños.
Si estos tres enmascarados provocaban absoluto terror con su frialdad en el film del 2008, aquí resultan tan poco creíbles que la escena final llega a ser casi ridícula.
Es una pena haber esperado diez largos años para esto, pero algo me decía que no esperase nada bueno de una segunda parte.