A alguien como yo le resulta difícil ser comedido al hablar de una película como The Guest.. Y digo esto porque es increíble es sabor de boca que deja un film así cuando sales de la sala de cine pues reúne todos los ingredientes que un amante del género veneraría.
Adam Wigard ha ido abriéndose poco a poco un hueco en la industria y concretamente en el género, el cual, no nos engañemos, excepto contadas ocasiones lleva dando coletazos en los últimos años, por lo que cuesta encontrar una película que merezca un poco la pena.
Wigard al igual que Ti West, parece haberse influenciado del cine de género de los 80. Sabe como invertir poco dinero en la realización del film y sacar el máximo rendimiento posible a este cuidando elementos tan importantes como la historia, la música o la fotografía convirtiendo sus trabajos y en especial este último en auténticas odas a una década que muchos conocimos y disfrutamos.
Wigard saborearía las mieles del éxito hace tres años con Tú Eres el Siguiente, una gamberrada sangrienta que se convertiría instantáneamente en un film de culto y en una de las mejores propuestas en lo que a allanamientos con violencia se refiere.
Ahora nos presenta The Guest, un film de acción en el que nada es lo que parece y que aunque se vea venir desde el principio que algo no huele bien en su historia, es capaz de retorcernos y dar un giro de 180° para convertir un thriller de acción en una película 100% Carpenter.
Todo vale. Desde el drama familiar hasta secretos experimentos del gobierno pasando por matones de instituto. Una maravilla.
Wigard ha visto mucho cine y no tiene ningún pudor a la hora de presumir de sus bastos conocimientos en materia.
Su final y la resolución de éste, acompañados de una música y fotografía realizadas a medida de la etapa más demencial del director de Halloween, hacen de The Guest no solo otro film instantáneo de culto, sino uno de los ejercicios cinematográficos más valientes e interesantes de los últimos años.