Goya a la mejor película, actor, dirección, guión original...
Tomás viaja desde Canadá a España para visitar a su amigo Julián, que vive junto a su perro Truman y está atravesando una difícil situación. Tomás compartirá con su amigo cuatro intensas y emotivas jornadas...
Tres años después de rodar juntos 'Una pistola en cada mano', el director y guionistaCesc Gay, su coguionista Tomàs Aragay y los actores Ricardo Darín y Javier Cámara vuelven a unirse en 'Truman', una comedia con trasfondo trágico sobre dos amigos que se reencuentran cuando a uno de ellos le queda poco tiempo de vida. La única preocupación de Julián en esos momentos parece ser encontrar un hogar para su perro Truman cuando él haya muerto.
La gran complicidad y las excelentes interpretaciones de los dos actores protagonistas les valieron, ex aequo, la Concha de plata al mejor actor en el Festival de San Sebastián de 2015. Además, 'Truman' fue la gran triunfadora de los Goya de 2016, haciéndose con cinco de los principales premios: película, dirección, guion original, actor protagonista (Darín) y actor de reparto (Cámara).
El elenco de 'Truman' se completa con Dolores Fonzi, Eduard Fernández, Àlex Brendemühl, Elvira Mínguez y Oriol Pla. Junto a ellos, el bullmastiff Troilo, con el que Darín entabló una especial relación durante el rodaje y que murió unos de meses antes del estreno de la película.
LA OPINIÓN DE CEC CINE
Comparar a Cesc Gay con Cassavetes puede ser un loco ejercicio así de primeras, pero lo cierto es que todo su cine rebosa de buenas actuaciones y de tramas corales.
Gay dedica su tiempo a los actores, de eso no cabe ninguna duda, de quienes consigue extraer todo lo necesario para crear sus personajes. Si a esto le añadimos el hecho de rodearse de Darín y Cámara, el cocktail aún se convierte en más explosivo.
'Truman' habla de un tema tan escabroso como el de la muerte prematura, pero lo hace con tanta solvencia y elegancia, que el eje central queda en un segundo plano para quedarse con lo que realmente interesa: la amistad y la ética.
Valores que a medida que nos hacemos mayores vamos perdiendo por el camino sin echar la vista atrás, pero que continúan ahí y salen a la superficie cuando la "Dama de la Guadaña" llama prematuramente a nuestra puerta.
Las lágrimas no caen esta vez por lo que se avecina de manera imparable, sino por la intensidad con la que estos dos amigos lo afrontan y resuelven sus diferencias para quedarse con algo tan básico como las personas y las relaciones entre ellas.
Qué jodido debe ser morirse y saber que te estás muriendo. ¿Como se debe ver la vida a partir de entonces? Cuantas ganas de cambiar, hacerlo bien y aferrarse a estar vivo.
Todo esto y más es de lo que Cesc Gay nos habla en Truman, de manera sencilla y brutalmente compleja a la vez, haciendo entender el significado de perder y perderse.
¿Hemos llorado? Pues claro. Habría que ser una piedra caliza sin sentimientos para no dejarse llevar por ellos en Truman. Cada una de esas lágrimas traen consigo una parte de paz y, de alguna manera, hacen que salgamos del cine con esa mezcla de tristeza y ganas de vivir.
Una obra maestra.
Pero todas las críticas son buenas, me pregunto cual debe ser mi problema. Voy a volver a reflexionar acerca de qué es el cine y qué debería darnos, qué deberíamos ver en pantalla...