No hay mucho rastro de Tim Burton en "Big Eyes". Su decisión a la hora de contar la historia de Margaret Keane tiene cierto sentido, no hay más que ver la obra de la pintora y asociarla con el universo Burton, aunque dicha historia carezca de cualquier tipo de fantasía...
Encadenado CEC: Sorteamos 5 láminas exclusivas de "Big Eyes".
Esta pintora es la responsable de los famosos cuadros de niños con enormes ojos que durante las décadas de los 50 y 60 arrasaron por su inmenso éxito. El marido de Margaret, Walter, era quien firmaba dichas obras adjudicándose así el éxito de las pinturas.
A partir de ahí, Burton construye una trama en la que ambos actores se lucen de lo lindo, a merced de una historia que se vuelve, con cada minuto, más oscura y psicológica sin perder las riendas de quien maneja el tinglado pues, por muy real que sea lo que nos están contando, no deja de ser un cuento bien desarrollado y con moraleja final tan lleno de color en su fotografía como de oscuridad y universo creativo en los cuadros que veremos a lo largo del film.
Quizá no es la mejor película del director, pero sí es un film necesario y cabal dentro de sus últimos trabajos, pues salvando la maravillosa Frankenweenie, a la que habría que quitar mérito por contar algo ya contado, Burton parece haber perdido el pulso que le convirtió en el maestro que ahora es.
Cambiar completamente de registro ha sido el gran acierto de este niño grande, que pese a contar una historia más adulta de lo normal, peca de naïf al restarle seriedad a esta gran estafa con la que el matrimonio Keane consiguió enriquecerse durante más de una década.
Luego, aparecerá entre las más descargadas pero ¿Qué otra opción nos dejan?