20 años han pasado desde aquella Independece Day protagonizada por Will Smith. Lo que en su momento resultaba un disparate para nosotros, el EEUU se convertía en un film de culto instantáneo gracias a su mensaje patriótico que tardaría más en calar en la población europea.
Sea como fuere, si revisáis aquella primera parte a día de hoy, veréis que las cosas nos las tomamos mucho menos en serio que por entonces, en parte gracias a Will Smith y a escenas pasadas de vueltas como aquella en la que le metía de puñetazos a un extraterrestre en el desierto.
El film reunía todos los ingredientes para ser una serie b en toda regla. Con mucho presupuesto, eso sí.
Esta nueva entrega llega con ciertas carencias. Algunas de ellas tienen que ver con la desidia por parte de los yankies a la hora de hablar de patriotas y eso hace que pierda ese humor casposo sobre la unión de un país contra una invasión alienígena a nivel mundial.
Ya no me creo al Presidente y su mensaje. No creo en los americanos como salvadores de la humanidad. Algo falla.
No hay nada nuevo respecto a la primera parte, excepto los efectos especiales, mejorados en parte y excesivos en lo digital. El resto es un disparate muy pasado de rosca en el que se hecha de menos el sarcasmo y la presencia de Smith, aquí suplido por un Liam Hemsworth que intenta repetir sus pasos pero que termina cayendo en lo forzado de la búsqueda.
Independence Day: Contraaataque es un film correcto y entretenido de ciencia ficción, pero que por mucho que repita Roland Emmerich tras la cámara, no llegará a ser el film de culto de la primera. Es más, en 24 horas lo habrás olvidado.