'Anomalisa' es una de esas películas de Kaufman, con corte intimista, que consigue hablar del amor desde el humor más negro, pasando naturalmente por el desamor.
Muy superior a aquel sinsentido que fue 'Synecdoche, New York', Kaufman logra rodar un film de apariencia sencilla pero poso amargo. Siempre con los recursos que más le gusta utilizar, teje a través de una maraña de sentimientos una extraña historia de narrativa clásica pero carente de alma.
Los personajes animados se quedan cortos en sus expresiones dado lo complicado del relato tan sumamente emocional, que por momentos se vuelve incluso tedioso debido a esa inexpresividad de los muñecajos, incapaces de mantener el peso de la historia por sí mismos.
Y aunque toda la recreación y la animación son absolutamente sublimes, no juegan a favor de una historia que debía apoyarse en personajes reales para transmitir la monotonía y desidia de nuestro protagonista.
Aun así, el film está lleno de detalles maravillosos como el hecho de que, para el personaje principal, todas las voces de cuantos le rodean sean la misma, hasta que una le suena diferente. Naturalmente, es la que le hará replantearse abandonar todo: algo, por otro lado, muy típico de Kaufman. El valor a través del amor.