No soy demasiado fan de las películas de chicas. Ojo, no es necesario malinterpretar mis palabras o acusar a este texto o a mí de machistas, pero hay que dejar clara una cosa: existe el cine de chicas. Siempre ha existido.
Eso no quiere decir que no sea bueno o que no pueda gustar a un chico. Películas como la reciente Brooklyn son un claro ejemplo de lo que expongo.
Y desde luego las adaptaciones de Jane Austen, autora de la novela original Orgullo y Prejuicio, es un clarísimo referente de este cine para chicas.
Más Fuerte que el Orgullo, Emma o Mansfield Park han sido llevadas al cine logrando algunos de los bostezos más importantes de la historia en una sala de cine.
Hace siete años un gamberro llamado Seth Grahame-Smith, autor entre otras de Abraham Lincolm, Cazador de Vampiros, se atrevía a reescribir la novela de Austen poniendo en la portada su nombre al lado del de la autora, como si ambos hubieran escrito las historia de amor con zombies de telón de fondo juntos. Morrazo y gamberrada.
No tardarían en comprar los derechos del libro para llevarlo al cine. Algo tan suculento no podía quedar sin mancillar. Y así nacía este híbrido que es Orgullo + Prejuicio + Zombies.
¿El resultado?
Pues lo dicho, una gamberrada de dimensiones épicas en la que los amantes de la novela y películas originales encontrarán en el film de Steers, una aberración de la naturaleza.
Romance hay, y mucho. Los amoríos, idas y venidas de estas hermanas tienen el espíritu de las adaptaciones más coñazo de Austen, pero todo está rodeado de ese mundo caído en la oscuridad por culpa de los zombies, los cuales hablan, corren, se baten en duelo y en la mayoría de los casos, ni siquiera saben que están infectados.
Fiel adaptación que opta cambiar el género de chicas por una aventura más bien feminista donde la mujer es capaz de ser mejor guerrera que los caballeros. En definitiva una delicia para ver sin pretensiones.