Tres bandas. Las tres indies, anoche en el Let's Festival: Second, Cyan e Izal. Este último, nuestro concierto destacado de la jornada.
Los Izal ya fueron el auténtico reclamo de la noche: el Let’s Festival colgaba el cartel de 'Entradas Agotadas', curiosamente, por una banda de trayectoria mucho más corta que las anteriores...
Un reportaje de Sergio Sada para Culturaencadena.com.
Izal es uno de esos grupos que deben estar sufriendo auténticos vértigos, debidos a su meteórica carrera. Y es que ya en el Sonorama 2013 se hablaba de ellos a todas horas debido a su directo en la Plaza del Trigo, uno de esos conciertos que terminan repitiéndose en el escenario principal al año siguiente y al que su cantante Mikel hizo referencia en un momento del concierto.
Con su primer trabajo, “Magia y Efectos Especiales” se daban a conocer por el público más indie y ahora, con su segundo disco en la calle, “Agujeros de Gusano”, han llegado a un público más amplio. Ambos discos han sido realizados gracias a campañas de crowdfunding, así que los beneficios han debido de ser positivos en todos los sentidos, ya que ambos trabajos han vendido más de lo que nadie esperaba.
Si a esto le sumamos que se han convertido en una de esas bandas de las que últimamente tanto se habla y que arrasan allí por donde pasan, es comprensible que anoche se presentaran en una Salamandra completamente abarrotada. De la misma manera que es comprensible que hubiera un cambio en el orden del cartel, pues Izal tocaban los segundos, después de Second y antes de Cyan. Había muchas posibilidades de que después de Izal, la sala quedara vacía y más después del Sold Out, así que lo mejor era cambiar el orden de los factores y dejar que los de Pamplona cerraran la noche. Gran acierto.
Después de que Cyan y Second calentaran motores, Mikel y los suyos salían a darlo todo ante un público veinteañero completamente entregado. Es increíble cómo han cambiado las cosas desde aquel concierto en la Plaza del Trigo… Lo de anoche parecía un karaoke. Por momentos se oía más al público que a la propia banda, supongo que es consecuencia de lo queridos que pueden llegar a ser por sus seguidores.
La gente se sabía cada uno de los temas de “Agujeros de Gusano”, disco que escrutaron tema a tema mientras que iban soltando pequeñas bombas de su anterior trabajo, siendo éstas, las mejores piezas del repertorio de anoche.
Momentos más álgidos que otros se vivieron al sonar “Magia y Efectos Personales” con el grito de “Todos a la mierda, sobre todo tú” al unísono. Debe haberse convertido en un clásico en menos de un año.
Un detalle que me hizo mucha gracia, era una botella pequeña de agua de la que Mikel iba bebiendo y que estaba rellena con un líquido rojo. En un momento dado, le preguntó al público: "¿Conocéis en Cataluña el calimocho?"
Después le dio un trago y siguió cantando. Tengo que reconocer que nunca había estado en un concierto donde la banda se preparase su propio calimocho en una botellita de agua. Curioso gesto.
No hubo muchas sorpresas más durante el concierto. Algún que otro pelo de punta al sonar “La Mujer de Verde”, quizá, en mi humilde opinión, el mejor tema de la banda y desde luego, su canción más adulta.
Los Navarros pueden volver a casa con la cabeza bien alta, pues anoche volvieron a triunfar entre sus fans, los cuales han hecho que esta banda, con poco menos de tres años de vida, hayan subido a lo más alto del panorama musical nacional. Palabras mayores pero ciertas. Aún van a tener que demostrar mucho más, pero de momento se mantienen en el camino.
Por su parte, Second llevan años intentando llegar a un público más amplio y llegaron a rozar el éxito global con su canción “Rincón Exquisito”... pero por mucho que intenten darle una vuelta de tuerca a su música con un nuevo trabajo, llamado “Montaña Rusa”, lo cierto es que parece que nunca terminarán de saborear las mieles del éxito. Eso, si entendemos éxito como el hecho de llegar a el 'gran público', que es lo que parecen perseguir.
Algo parecido le ocurre a Cyan, una banda que anoche también presentaba su nuevo trabajo, “Delapso”, un disco más guitarrero de lo que nos venían acostumbrando, pero igual de vacío e inofensivo que los anteriores.
