Anoche llegaba el gran momento. Mucho se había criticado a Andrés Calamaro con su anterior trabajo “On the Rock”, un disco claramente de colaboraciones, algunas con más gloria que otras. Su gira tampoco había salido bien parada, pues el argentino parecía estar en otro sitio en lugar de encima del escenario.
Su voz y su discurso tampoco llegaban a convencer, pues por todos es sabido lo mucho que le gusta fumar y que arrastraba una cantidad razonable de escándalos amorosos en aquella época. Al parecer, aquello le pasó factura hace unos años tanto en la gira como en la composición de aquel trabajo.
No ha llovido mucho desde entonces, pero si es cierto que Calamaro ha recuperado su esencia para este “Bohemio”, último trabajo que en poco más de treinta minutos, recupera su sonido más clásico en acertadas composiciones de rock y pop como el que marcaron su carrera de una manera tan efectiva.
La gira pintaba de la misma manera. Andrés se había puesto serio en sus composiciones y yo estaba seguro que esta serie de bolos serían memorables. La ciudad elegida para dar el pistoletazo de salida era Barcelona y la sala el Razzmatazz.
Dicho y hecho. No sólo es la gira más larga del artista en nuestro país en varios años, también es la más exitosa, pues ha agotado localidades en Madrid y Barcelona, lo que le llevará a repetir en ambas ciudades. En Barcelona será en la Sala Barts el 31 de Julio. Volveremos a hablaros de ello a medida que se acerque la fecha.
Bastará decir que anoche sonaron una treintena de temas de su extensa discografía. No faltaron sus clásicos más clásicos como “Me estás atrapando otra vez”, “Loco”, “Sin documentos”, “Gin Tonic”, “Alta Suciedad”, “Flaca”, y “Paloma”.
No olvidemos que aquellas canciones de Los Rodríguez, forman ya parte de la discografía más intrínseca del propio Calamaro.
Un video de presentación daba el pistoletazo de salida anoche a la banda. La ovación por parte de los presentes era unánime y Andrés, con unas gafas de Sol tipo aviador, un pañuelo en la frente y algunos kilos de más, se arrodillaba ante su público. Es increíble cómo se parece cada día más a Maradona…
La canción elegida para abrir era “Output Input”. Andrés y su guitarra daban en el clavo para que todo el mundo cantase eso de: “Mejor hijo de puta conocido, que boludo por conocer”.
Un set list bien preparado daba paso a “Te Quiero”, un hit que hizo temblar literalmente la sala y al calamar que el argentino llevaba colgado de su micro, para sentarse poco después en su piano y entonar “Crímenes Perfectos” pasándole el micro al respetable, que una vez más, lo daba todo en el estribillo. Otro gol para el cantante, que conseguía su segunda ovación mientras que la gente gritaba su nombre. Momento mágico.
A esas alturas, ya se había hecho con la sala Razzmatazz al completo, pero le quedaba mucho tiempo por delante y era el momento de desglosar su nuevo trabajo, que en ningún momento desentonó con el resto de canciones. Así “Cuando No Estás”, “Bohemio” o “Rehenes”, una de las canciones del disco con más espíritu Calamaro, iban ganando posiciones entre el público presente que parecía conocer el repertorio como si perteneciese a “Alta Suciedad”.
“Todavía Una Canción de Amor”, hit absoluto de Los Rodriguez, vuelve a enloquecer a la gente, que logra callar la voz de Andrés en cada estribillo.
Momento glorioso fue el que Andrés sacó un saxo de madera al escenario para convertir la tarima en una especie de Jam Session en la que iba tomando protagonismo las guitarra, el bajo y por último el piano, tras el cual, Calamaro aprovechó para presentar a la banda.
Canciones olvidadas que han quedado de alguna manera alojadas en mi cerebro. Es el caso de “Los Aviones”, que daba paso a un mensaje pro taurino que el público no recibía nada bien, pues Andrés hablaba de la vuelta de los toros a Barcelona… Asunto peliagudo, ¿qué sería de una estrella del rock si no hubiera provocación por su parte? Si fuera poco, el tipo se marcaba un saludo a lo torero ¡Ole!
Andrés le daba paso a los bises después de” Paloma”, mientras disparaba al público con su guitarra y a la vuelta: ¡PUM! Su arsenal pesado.
“Alta Suciedad” y sobre todo “Los Chicos”, que era acompañada de imágenes del Ché entre muchos otros que se han ido y han cambiado la vida de este rockero argentino. Largos minutos de ovación mientras que toda la banda se despedía entre abrazos.
Un conciertazo que terminaba a las 22:40h con la sala Razzmatazz pidiendo más. Por mucho que se le critique, Calamaro no tiene nada más que demostrar.
Si Elvis está vivo, Andrés terminará reuniéndose con él. ¡Bravo maestro!