Da igual si te gustaba Pereza o no. Da igual si te gusta la carrera de Leiva en solitario, porque al final, esto va de rock and roll: Leiva juega a esto desde hace ya algunos años.
El pasado viernes presentaba su nuevo trabajo, Pólvora, en la Sala Bikini de Barcelona. Un disco, a mi forma de ver, mucho más sincero y adulto que Diciembre, donde las voces melódicas juegan un papel demasiado importante en todo el repertorio. ¿Sabría llevar a un escenario tan exquisita composición?
Pues claro que sí. Aún con el disco recién salido del horno, Leiva y su particular 'E Street Band' defendían cada tema de su fuerte repertorio mientras se iban ganando un merecido hueco entre los asistentes anoche.
Ya desde el comienzo con Los cantantes, el madrileño dejaba muy claro que no estaba ahí arriba para hacer el gamberro como antiguamente, y que la formación que le acompañaba nos iba a dejar a todos con la boca abierta.
Ya no hacía falta tirar de demasiadas composiciones de Pereza, aunque las hubo y muy bien escogidas, ahora ya no son doce canciones que necesitan apoyarse en material antiguo para elaborar un bolo, que va. Ahora ya son veinticuatro temas suyos, material suficiente para formar una carrera propia y defenderla a ultranza sobre los escenarios.
Os aseguro que voy a muchos conciertos patrios, pero a muchos. Los hay mejores y peores. Los hay que me gustan más o menos, como sus artistas, pero lo que está claro, es que pocas veces he oído sonar un engranaje tan perfecto como el de anoche, el cual, si tuviera algo que objetar, sería la corta duración, pues cuando eres testigo de tanta sutileza y profundidad, una hora y media te sabe a muy poco, creedme.
Leiva sabe muy bien como ganarse a su público, pues la gracia y el desparpajo que le caracterizan, hacen de él un canalla muy en la línea de Sabina. Y es que no olvidemos que la picaresca nace en Madrid y como tal, iba compartiendo momentos más o menos futbolísticos mientras defendía a su adorado Atleti, añadiendo que su equipo favorito inmediatamente después, era el Barça. Muy bien jugado, pues mientras les metía un gol a los catalanes asistente a Bikini, también se ganaba su respeto.
Con la experiencia como compañera, fue desgranando una a una las canciones de Pólvora, mientras rescataba las más emblemáticas de Diciembre. Poco a poco te das cuenta que muchos de esos temas nuevos, se han convertido ya en clásico instantáneos, como es el caso de Terriblemente Cruel, tema radiado hasta la saciedad pero de maravillosa redondez y empaque perfecto. Momento mágico para los allí reunidos.
En mi opinión, fue un grave error no incluir canciones como Vértigo o De Hueso en Flor, pero imagino que Leiva tiene sus razones para no tocarlas, aunque sigo pensando que son de los pepinos más fuertes del nuevo trabajo. Una mala elección.
En definitiva, hacen falta más bandas como esta. La propuesta, la actitud y las canciones, hacen de esta, una banda que poco a poco se posiciona en calidad por delante de muchas otras formaciones injustamente catapultadas.
Leiva y sus canciones harán historia en nuestro país. El tiempo le dejará en su lugar, no tengo ninguna duda.