El Let’s Festival, que este año ha llegado a la Sala Salamandra de L’Hospitalet en una nueva edición que apuesta por bandas que van desde las más consagradas como Second, pasando por pequeñas promesas como Bastante, grupo que daba el pistoletazo de salida de la segunda noche, hasta llegar a la experiencia lisérgica de Mucho.
Dicen que el orden de los factores no altera el producto, pero lo cierto es que lo de Mucho, ya sea por su amplia trayectoria o por sus ganas de desmarcarse de una escena musical plana y vacía, anoche llegaban al Let’s para arrasar y dejar el listón muy alto para que aún quedase un bolo más.
Su último trabajo, Pidiendo en las Puertas del Infierno, se ha convertido en uno de los mejores discos nacionales de este año, pese a quien pese. Y su presentación en público, con todos sus cambios, dejó claro que ha sido el proceso lógico de avance.
Actitud, tablas y un Martí Perarnau nacido para estar sobre el escenario. Sin palabras. Una banda adulta que sobresale en una industria que a veces parece haber perdido el norte.
Ojo, eso no significa que Bastante o Second lo hicieran mal, ni mucho menos, pero es cierto que ambas propuestas las hemos visto demasiadas veces, lo tenemos calado. Es una maquinaria perfecta para la carne de cañón de los innumerables festivales.
Aún así Bastante hizo lo que pudo defendiendo su primer álbum, Verter el Vacío, que ya cuenta con un buen puñado de seguidores y desde luego los Murcianos fueron los grandes amos de la noche, en la que el gran público se decantaba por los himnos coreados por Sean.
Pero si amiguitos, ayer fueron eclipsados por Martí y los suyos al igual que en la primera parte de Rocky sabíamos que había triunfado Balboa aunque ganara Creed.
FOTOS: ANDREA MEMBRADO.