Una Crónica de Sergio Sada para Culturaencadena.com
Fotos: Andrea Membrado
Acaba nuestra gran cita anual de la música y el buen rollo, esta vez algo más marcada por un calor infernal. Aun así, el Cruïlla es uno de los festivales más esperados del año debido a lo original de su propuesta (ninguna otra cita veraniega apuesta tanto por el eclecticismo en su cartel), libre de modas indies imperantes.
Aquí hay cabida para todo. Desde la sorpresa de ver a Bunbury en el cartel, pasando por el mestizaje de Chambao, el metal de Skunk Anansie o incluso alguna que otra pincelada de costumbrismo nacional como Love of Lesbian.
Un festival hecho para la gente, no para las masas. El eslógan de los catalanes era claro y conciso desde el primer momento. Y así fue...
EL ARRANQUE
Comodidad y variedad se han dado la mano en un fin de semana que empezaba con la incombustible Esperanza Espalding comiéndose al público desde primera hora de la tarde y que continuaría con la languidez de Cat Power.
Calentamiento de motores digno para uno de los momentos más emotivos del primer día, con la delicada fuerza del gran Damien Rice.
El irlandés, pese a su acústica propuesta, dejó a los presentes con la boca abierta gracias a sus tablas y a unos loops que acompañaban un 'set list' que hacía las delicias del público.
Y empezaban los platos fuertes con doble de picante. Bunbury nos deleitaba con cada una de sus poses justo después de Chambao. Su nuevo 'Tour Mutaciones' rescata lo mejor de su carrera y eso implica también una buena selección de Héroes del Silencio. Mucho rock.
Y a partir de ahí empieza la lluvia de estrellas...
Los escenarios de Estrella Damm y Stubhub fueron testigos de los mayores registros de asistencia.
En ellos pudimos ver a unos recuperadísimos Crystal Fighters -más bailables de lo normal-, caldeando el recinto hasta bien entrada la madrugada, donde posteriormente se desataría la histeria por una de las bandas del momento que regalaban, a unos pocos privilegiados, un puñado de conciertos durante el verano.
Hablamos de Vetusta Morla, quienes en modo ON dejaban a los presentes corear sus himnos, aunque no exentos de ciertos fallos de sonido que terminaron solventando casi al final del bolo que, como siempre, terminaba con la eufórica "Los Días Raros", que fue pisada por los británicos Rudimental en los últimos 30 segundos. Mal jugado.
Estos últimos ponían prácticamente el broche final con perfectamente calculado su drum&bass a eso las 3 de la mañana. Buena banda para todo tipo de sensaciones.
LA SEGUNDA JORNADA
La segunda jornada del Cruïlla será recordada por todos como “la tarde más calurosa del año”.
Xoel López volvía a Barcelona, esta vez con banda, pero a una hora que podía resultar realmente peligrosa si uno pretendía sacar a pasear la almendra por el recinto. De haber ancianos en el Fórum, posiblemente habría habido más de una desgracia. Un absoluto infierno en vida pese al buen hacer del gallego que no paró de dar las gracias por tan insufrible momento.
De ahí a Emicida y su rap con fusiones imposibles. El brasileño ponía las cosas muy difíciles a las siguientes bandas. Un gusto tenerle entre nosotros.
Gran espera para ver a una de los grupos inglesas con más influencia en el pop de las dos últimas décadas, James, que con Tim Booth a la cabeza y saltando al público ya en el primer tema, devolvían toda la alegría y la ilusión a la música que en algún momento perdimos por el camino.
Y llegaba uno de los momentos más mágicos de la segunda noche; el retorno de 091, la banda granadina a la que tantos y tantos músicos deben sus influencias y que estos días están de gira con el repertorio que les dio la gloria hace mucho años.
La voz de Jose Antonio García sigue teniendo la fuerza y la rabia de 20 años atrás. Banda imprescindible.
Y del escenario Time Out corriendo al Stubhub a ver otro de los momentos más imprescindibles que nos ha dado el año. Alabama Shakes y su Sound & Color para comprobar que sí, que Brittany Howard y los suyos firmaron el pasado 2015 el que pueda ser el mejor álbum de rock en años. Lástima que el sonido no desprendiera más decibelios, pero si en algún momento tenéis la oportunidad de ver a esta bestia parda, no lo dudéis.... a no ser que coincida con Bertín Osborne.
Y como no podía ser de otra forma, todos LOS raros fuimos al concierto en manada para ver a otra de las bandas del momento, Love of Lesbian, que hicieron lo que siempre hacen.
¿Lo hicieron bien? Muy bien.
¿Algo nuevo bajo el Sol? Nada en absoluto.
Y señores y señoras; redoble de tambor porque Skunk Anansie cerraría el escenario Estrella Damm con el firme propósito de dar mucha caña. Y así fue.
n festival marcado por el excesivo calor y dos mujeres de armas tomar, Brittany Howard y Skin. Música y color. Guitarras y voz. Absolutas triunfadoras de la jornada.
Y si, quedaba el tercer round con Elefantes y Calexico, pero no seré yo quien lo cuente pues tras dos durísimas jornadas etílicas y musicales, el abajo firmante daba por finalizado un Cruïlla que se posiciona por delante y con ventaja del resto de fechas veraniegas.
