Nadie habría pensado en ningún momento que M Clan presentaría por toda nuestra geografía ese bombazo llamado Dos Noches en el Price que han grabado en directo con infinidad de compañeros de profesión.
Un disco que refleja cuidadosamente los 20 años de trayectoria de la banda.
Con este nuevo trabajo llegaban a Barcelona de la mano del Festival Mil-lenni el pasado sábado aunque sin invitados. No importaba mucho pues contar con una banda como Los Guasones para telonear es un lujo. No olvidemos que los argentinos son estrellas en su país.
Da gusto estar en una sala abarrotada sin hipsters ni adolescentes con camisetas de 1999. Los ahí reunidos el sábado éramos talluditos y amantes del buen rock.
Son muchos años, mucha carretera, muchos bolos y muchas tablas. El resultado lo teníamos ante nuestros ojos. Carlos Tarque siempre ha resultado un absoluto maestro de ceremonias y frontman en sus directos, pero el sábado parecía estar más seguro de sí mismo de lo que jamás lo había visto, y os aseguro que debe ser mi sexta vez.
Tarque se mueve a sus anchas por el escenario, se le queda pequeño. Dirige a su banda con solo levantar una mano y consigue la reacción que busca del público desde el minuto uno con solo levantar una ceja. A eso yo le llamo dominio de la situación. Y claro, 20 años ahí arriba dan para eso y mucho más. ¡Vaya bestias pardas!
Siguiendo el orden riguroso de su disco en directo, Calle sin Luz abría bocado para caldear el ambiente con su rasgada guitarra a la que no tardarían en seguir Para no Ver el Final, Basta de Blues o el clásico de Steve Miller Band, Llamando a la Tierra.
Tarque volvía a demostrar una vez más porque es la voz del RockN’Roll en este país. Su manera de defender el directo con canciones propias o de otros, es algo que muchos han intentado y se han quedado a medio camino. Por eso, Me estás Atrapando Otra Vez de Los Rodríguez sonaba mucho más rock de lo que nunca lo hizo.
Carlos lanza besos, se deja tocar, provoca y saca la lengua como Roger Daltrey. Le gusta bajar siempre que tocan Maggie Despierta y recorrer la sala ante la atónita mirada del respetable, al igual que le gusta desaparecer después de tocarla y volver con su melodía coreada por el resto.
Y como no podía ser de otra forma, sonó Carolina, canción repudiada por la banda pero necesaria en el repaso de sus 20 años de andadura. Se notaba el hastío de la banda y Tarque prefirió dejar al público que la cantara para pasar rápidamente página.
Miedo fue otro de los himnos coreados la noche del sábado. Una gran melodía y mejor letra con la que Tarque se dejaba una vez más la voz. Y como no podía ser de otra forma, el fin de fiesta más clásico: Quédate a Dormir. 20 años de recuerdos se agolpan en las cabezas de los más veteranos allí presentes.
Gracias por hacer que cada concierto sea una fiesta irrepetible. Y lo mejor está por llegar. ¡Larga vida al Rockn’Roll!