Una crónica de Marta Llatjós para Culturaencadena.com
Fotos: Jordi Deza
Para celebrar sus 30 años de carrera, Noa nos visita dentro del Guitar Bcn20, en Barcelona, para regalarnos su voz en un sitio que parece hecho para ella, el Palau de la Música.
Con la sala en silencio y el escenario con luz tenue, aparece Gil Dor de negro y su guitarra en mano, unos segundos más tarde aparece Noa con un vestido largo de color verde, con una sola manga que le cae como una cascada, y un recogido en el pelo que esconde su conocida melena. Y regala al público un discurso en catalán porque, como ella dice, ama ésta ciudad y el trato que siempre ha recibido aquí: “...En el templo más espléndido del dios de la música, donde siempre se siente como en el interior de una orquídea. Cada tema que han escrito e interpretado es una oración, un mensaje en una botella , un sueño , el viento sobre el agua, el canto de un pájaro, una sonrisa, y canta: “a smile without a reason why...” con la melodía de La Vida es Bella, y emociona al público. Presenta al equipo detrás de bastidores y finalmente a el gran Gil Dor, recordando su primera colaboración profesor-alumna el 8 de febrero de 1990, y 30 años después, están aquí celebrando toda ésta carrera que han hecho juntos.
Hoy nos van a dedicar un concierto íntimo: tanto así que sólo estarán ellos dos en el escenario, como en sus inicios, pero con la experiencia y sabiduría que ahora desprenden...
Después del emotivo discurso, empiezan con “Now”, buen título para iniciar la noche, con tan sólo una guitarra y su hipnotizante voz, para después continuar con “Blue touches blue” con la israelí a los bongos tocándolos como si se tratara de un encanto. Continúa con “Otra vez” en un castellano que parece su propio idioma, mientras el profesor le sigue a los coros. Y cambia de un idioma otro, como si fuera uno mismo, en éste caso su nativo, “Mishaela” con un ritmo más animado. Coge unas maracas y anima al público a seguirle con palmas, mientras la iluminación rojiza crea un ambiente más étnico. El cambio de éstas primeras canciones es apenas imperceptible, pues es como si quisiera contar una historia con todas ellas, y te lo muestra con una sonrisa infinita y una voz que hace agudos y gorgoritos al gusto. “Ladies and gentlemen tell me...” dice como un discurso cantado, mientras canta la conocida “I don't know”, y hace todo un monólogo como si fuera un trocito de un musical. Se notan sus años en los escenarios y lo cómoda que se siente en ellos, y hace que el público la acompañe en el estribillo repitiendo “I don't know...Yo no sé...” mientras las luces se dirigen al público para darles protagonismo.
Antes de continuar hace u discurso en inglés explicando su história, su origen, su cambio de Israel a New York; y entonces habla de su abuela, una mujer de desierto que se tuvo que adaptar a una ciudad que le era extraña, y a pesar de todo le enseñó muchas cosas, entre ellas canciones trágicas, pero de las que aprendería mucho, y le dedica “Yuma” a ella y a todas las mujeres para que tengan libertad que merecen.
Y llega la hora de los invitados empezando por presentar a Judit Nedderman, de la que confiesa que tanto Gil como ella se enamoraron de su voz. Dice que las canciones muchas veces nombran a pájaros y empieza a silbar una melodía conocida, e imita el sonido de los pájaros, para dar la entrada a Nedderman con “El cant dels ocells” haciendo una combinación perfecta entre los coros de Noa, la voz joven y pura de Judit y la guitarra de Gil. La catalana les sigue en una canción más “Txoria txori” para hacer un trío de voces y un intercambio de culturas perfecto.
Para celebrar el Guitar fest y su carrera en los escenarios, Gil toca una canción especial para él, y nos dedica una nueva versión con un pequeño añadido que ha compuesto esa misma mañana con su inseparable guitarra.
Y vuelve Noa con un cambio de vestuario, ésta vez de blanco y algo más flamenco, y empieza una sesión de las canciones de J.S.Bach de las que le ha puesto letra en su último disco Letters to Bach (2019). “Mars” está dedicada a las mujeres palestinas e israelíes que ven más allá de los muros y luchan en su día a día contra las guerras que les rodean. Y pasa de esas mujeres sufridoras a una de las mujeres de su vida, su hija, que le dedica su “Oh mama dear” interpretando como si fuera un discurso de ésta.
Un día conoció a un artista que era multifacético del que ella se quedó tan prendada que le dedicó una canción, y a él le gustó tanto que se la tradujo, “Tu y yo” para Joaquín Sabina que no pudo asistir por un accidente reciente en los escenarios: “He's not here today, but I have his hat” dice graciosa mientras se pone su característico sombrero y se pone a cantar en dos idiomas una canción que podría ser perfectamente del homenajeado.
“Por suerte, uno de ellos está bien, más que bien, the best” dice, mientras Gil toca los acordes de “Mediterráneo” y a mitad de la canción ella hace una reverencia para recibir a Joan Manuel Serrat entre aplausos para continuar con la canción. Serrat agradece la invitación y disculpa a su amigo que está de baja laboral, a pesar de que le hubiera gustado estar en aquí, ella dice que tiene lo mejor y él se toca el corazón mientras el público canta el estribillo de “Que va ser de ti”, que a pesar de la diferencia de sus voces, encajan perfectamente.
“What's next? Noies! I la mestra i més ocells” presenta así al Orfeó català femenino para celebrar el día de la mujer con sus voces, y presenta divertida “Child of man” con ella a los bongos, Dor con su guitarra y una imagen de mujeres cantando como ángeles envolviendo el Palau. Y encaja éste final con un discurso dando gracias a todos os que han participado en el proyecto y por todos estos años, enlazando el final del discurso con “Keren or” que deja toda la sala en lo más alto. Pero no podía acabar la noche sin cantar “Beautiful that way” que es tan bonita que emociona a cualquiera, mezclando varios idiomas e incluyendo al público para que la acompañen. Y termina con “Shalom shalom” Gràcies! Gracias! Thank you! Shalom! Y todos los asistentes le siguen en un estribillo fácil pero muy agradecido.
Se va con una ovación espectacular, su humildad, su arte y su elegancia lo merecen, y vuelve a salir para dedicarnos “Ave Maria” que canta emocionada, con todo su corazón y su voz de ángel que sale en todo su esplendor mientras un foco blanco ilumina a ambos, como si fueran una aparición que no puedes dejar de mirar.”Thank God for the music” y así acaba una noche llena de emociones, con mil ritmos y voces espectaculares que serán difíciles de olvidar.
Marta Llatjós