Quiero decir, Egon Soda son una banda ya consolidada que ofrece algo distinto a lo acostumbrado, al igual que Julio De La Rosa, quien ayer hizo todo lo que pudo y hasta recitó algunos de sus poemas acompañado de una inmensa banda, en la que lo único que fallaba era su propia voz.
Quizá por problemas de sonido, quizá por la cantidad innumerable de instrumentos que llevaba consigo, pero lo cierto es que la voz del gaditano no llegó a cuajar en toda la noche.
Pero entre Egon Soda y Julio De La Rosa, asistíamos a un fenómeno inusual en nuestro país. Me refiero a León Benavente, una banda formada por músicos militantes de Nacho Vegas o Tachenko, motivo por el cual, a esta formación no le pilla de nuevas subir a un escenario.
El discurso, la actitud y las canciones que esta banda defienden, los convierten en la formación más arriesgada ahora mismo dentro del panorama musical español. Un grupo a mi entender necesario y que será punto de partida e inflexión para muchas de las bandas venideras.
Y de la misma manera que defienden esta actitud en sus canciones, lo hacían ayer sobre el escenario. Concierto arrollador y violento en el que este cuarteto iba cantando una a una las canciones que componen su primer disco y el reciente EP, Todos Contra Todos.
Es lo realista de su propuesta lo que hace que esos temas estén tan cargados de dolor. Estado Provisional deja ver algo de esto. Aquí no hay Oniria e Insomnia que valga. Aquí hay dolor del bueno, culpabilidad realista y decadencia romántica.
Momentos álgidos fueron La Palabra, un auténtico vómito de dolor y odio sobre la cara de quien un día fue tu pareja, mezclado con psicodelia electrónica que a todos los presentes nos dejó con la boca abierta.
Con Ánimo Valiente, tema que también abre el disco, Abraham Boba se reía de todos los allí presentes, de independencias absurdas y de un snobismo que cada vez se apodera más de nosotros.
Lo de anoche fue una auténtica experiencia dentro de la monótona cartelera musical de nuestro país. Un cartel valiente como la canción, donde el Let’s Festival se la jugaba y salía más que airoso.
Estoy deseando que empiecen a salir los hijos bastardos de León Benavente. Necesitamos más bandas así en este país, porque como dicen en su canción Década, “Se irá todo a la mierda…”