Una entrevista de Enrique Menéndez para Culturaencadena.com
Fon Román presenta su tercer trabajo “La Chispa, la Llama y el Humo”. Han pasado años desde que el que un día fue componente de una de las mejores banda que ha dado este país, “Los Piratas” sacará su segundo trabajo. De lo nuevo, de lo viejo, de la música, es el momento de charlar con Fon Román…
CEC: En breve sacas al mercado “La Chispa, la Llama y el Humo”. Partiendo de la base que no creo en la improvisación a la hora de titular un trabajo, ¿por qué esta secuencia de estas tres cosas? ¿Habla igual de lo que producen las emociones, de cómo nacen, tienen su punto algo y luego desaparecen?
FR: Si, las emociones pueden estar incluidas. Es una especie de homenaje a la vida, el disco gira en torno a la impermanencia, a la transitoriedad, a la brevedad, todo lo que va cambiando. “La Chispa, la Llama y El Humo”es un poco eso. Lo que surge en un instante, la Chispa lo que se sostiene en un tiempo, la Lllama lo que se diluye y se transforma en otra cosa que es el Humo. Y por supuesto las emociones están dentro de eso.
CEC: El último adelanto para este trabajo es “La llama”. Para el que has contado con la colaboración del grupo Izal. Cuéntame un poco el proceso de esta colaboración. Porque siempre que hay una colaboración, hay uno que busca al otro
FR: Si yo quería ir un poco mostrando partes del disco. Y quería hacer colaboraciones, mostrarlas las canciones al desnudo, como crudas. Que la canción estuviese presente y se pudiesen masticar sobre todo las letras. En el disco la voz está como muy presente, para que puedas recibir bien el mensaje. La colaboración con Izal surgió más que nada, porque hay una amistad, cuando estuve viviendo en Méjico me hice muy amigo de ellos. Y dentro de las opciones que tenía, sentí que ellos podían encajar muy bien en “La Llama”. Sentí que las voces de Alberto y Mikel encajarían muy bien. Al igual que pensé que en “La Chispa” encajaría muy bien Zahara y su voz. En lo que cuenta la canción y como se muestra, Zahara encaja perfectamente. Fué un acierto.
CEC: Estamos ante tu tercer trabajo después de “Silencio cómodo en un jardín descuidado” y “Entretelas”. Han pasado nueve años. Es un largo espacio de tiempo para lo que la industria musical suele manejar en estos tiempos. ¿Vas un poco a tu bola en este negocio?
FR: Son 8, pero 8-9 da igual desde “Entretelas”. No lo hago conscientemente, me dejo llevar por lo que voy sintiendo. Sentí que necesitaba salir del país, renacer de alguna manera. Me fuí a México, hace 5 años, los dos primeros años estaba como un poco alejado de la composición, aunque tenía muchas ideas y trabajaba en la música igualmente. Pero no tenía muy claro que quisiera enfrentarme a un disco de nuevo. Entonces hace como dos años, empecé a tener como un poco más claro el horizonte de un disco. Me sentía con el impulso, En mi carrera, música y creación, quizás voy un poco a mi bola, dejándome llevar un poco por lo que voy sintiendo, no por lo que requieren los cánones de la industria. Probablemente vaya en contra de mi carrera, porque 8 años es una movida, tienes que volver a salir, casi volver a empezar aunque tenga una trayectoria. Tienes que volver a picar piedra
CEC: Quería hablar contigo del tema “El equilibrio es posible”. Esas primeras notas, esa sensación de pequeño deja vú, del clásico de Los Piratas “El equilibrio es imposible”. ¿Hay algo de guiño/homenaje al grupo donde te hiciste un nombre? ¿O es una puñetera coincidencia?
FR: Hay un guiño, la colaboración de “El equilibrio es posible” la hice con Iván. “El equilibrio es imposible” es una canción que habíamos compuesto los dos para “Ultrasónica”, que acabamos en 4 horas. Hay una relación muy directa. Hay un porque, no fué buscado, simplemente surgió a través de la primera frase de la canción “Si estás pendiente de equilibrarte, te tambaleas”. Como que sentí que realmente el equilibrio es el punto de la aceptación. “El equilibrio es imposible” se trataba de una relación que no había terminado, que quedó en el aire. Quería darle como una especie de cierre. Por eso “El equilibrio es posible” me pareció acertado. Me vino a la cabeza a raíz de esa frase y la continué y puse ese título.
CEC: Cuando uno ha formado parte de uno de los grupos más grandes que ha visto este país. ¿ A nivel de sensaciones hay una especie de dualidad? Es decir, por un lado está el orgullo de ser Fon Román el de “Los Piratas”. Pero por otro también las ganas de decir : “Soy Fon Román, tres discos deberían demostraros que hay vida mucho más allá de Los Piratas”. ¿Hay esa dualidad? ¿O asumes que para mucha gente siempre serás “Ostia, el de Los Piratas”. Por mucho que tengas una carrera bastante fructífera en solitario?
FR: Hombre siempre está ahí. Creo que cada vez menos, que ya tengo mi marca entre comillas. Escuchas algo mío y ya sabes que es mío, aunque a lo mejor te pueda recordar algo a Los Piratas porque he formado parte de “Los Piratas”, lógicamente siempre habrá algo metido. Es como Johnny Marr, siempre habrá algo de “The Smiths”. Me parece que es un orgullo, no me molesta. Antes a lo mejor, al principio, si, porque decías “quiero mi espacio, yo soy Fon Román”. Pero es algo dentro de tu historia, es como el ex de alguien. Soy Fon Román, pero también ex/parte de “Los Piratas”. De puta madre, poco a poco me voy haciendo mi sitio, mi sonido y mi espacio. Será más grande, más pequeño, pero eso ya es otro tema.
CEC: Llevas muchos años en esto de la música. Antes era impensable que alguien sacara 4 adelantos de un trabajo. Antes sacabas un sencillo y eso era más que suficiente para hacer la boca agua y despertar la atención del oyente. ¿Te da la sensación que hoy en día un músico, tiene que ser más relaciones públicas de su trabajo, que músico a fin de cuentas?
FR: Por supuesto. Internet y las redes te obligan indirectamente a ir por unos canales que antes no existían. Entre ellos la exposición mediática constante, añadidos que no tienen que ver con la música. Una foto de estar en tu casa haciendo unos huevos con patatas, a lo mejor tiene más “Me gusta”, que haciendo una improvisación con mi guitarra. Y eso es una contradicción. Porque las redes te conectan con el mundo y hacen que haya más gente que pueda escucharte, posibles oyentes. Pero también lo que genera indirectamente, es que pierdas mucho tiempo en cosas que no tienen que ver con la creación, que es a lo que nos dedicamos. Y también al estudio o al aprendizaje, a leer, nutrirte u otras cosas para seguir evolucionando. Estás todo el rato en las redes viendo cosas, sobre informándote y acumulando basura en el cerebro.
CEC: Esta mañana mientras preparaba la entrevista, leía un hasta muy curioso decía “sin reggaeton no hay latin Grammy”. Como muchos otros artistas habéis vivido el nacimiento de este estilo musical y su auge. Siendo alguien que cuida tanto las letras y las melodías, ¿entiendes que música de consumo rápido, una especie de McDonalds de la música, domine tanto el mercado? ¿Hay una indignación sobre eso, el hecho de que realmente el trabajo no es lo que valora en las listas?. ¡O al final te tienes que sacar el sombrero y decir “ mira es sencillo, es efectivo y funciona?.
FR: Hay muchas lecturas, la inmediata es que el mensaje es unidireccional. Porque hablan casi todas de lo mismo, el ritmo todo el rato el mismo y van al mismo sitio. La realidad es que le gusta a mucha gente y frente a esa evidencia, si hay mucha gente a la que le atrapa, por algo será. Hay que aceptarlo y seguir cada uno con su rumbo. La fácil es criticar todo el rato, en plan “esto es una mierda”. Está hecho como algo sensual, para bailar, hay un punto de disfrute detrás, de algo liviano, que no es muy profundo. Después es curioso, porque la misma gente que escucha reggaeton después va a los festivales. Pero no va a los conciertos de reggaeton, sino a los indies, esos que se llenan de gente. Entonces, si hay tanta gente que escucha reggaeton y va a los festivales, habrá gente que escuche reggaeton y esuche a Vetusta o Izal.
CEC: En “Territorio herido” cantas “todos fuimos malheridos”. Entiendo que esto sólo lo puede cantar alguien que ha vivido ese dolor, las heridas de la vida, las cicatrices sentimentales. Porque con 20 años cantar esto sonaría a “¿de qué estás hablando?”. ¿Es necesario vivir dolor para poder hablar del dolor?
FR: Pues si. Creo que es inevitable en la vida. No tengo hijos, pero si los tienes sabes que por mucho que los protejas hay cosas que tienen que suceder. Y una de ellas es que tenga una ruptura sentimental, que la vida lo defraude de alguna manera o que tropiece, se caiga y se tenga que volver a levantar. Por eso estamos aquí, porque vamos evolucionando, cayendo, tropezando, levantándonos, hiriéndonos, sanando. ¿Con 20 años? Yo creo que sí, el dolor que tienes cuando te dejan la primera vez, con 13,14,15 años, eso ya estás malherido realmente. Lo que pasa es que te olvidas más rápidamente y pasas a otra cosa. Yo creo que todos inevitablemente pasamos por estos trances.
CEC: De acuerdo, tras estos 4 adelantos, ¿Qué más vamos a encontrar a partir del viernes 27?
Bueno, va a haber otro video más , voy a sacar otra colaboración. También hice un video de “Latido unánime”, que es la canción más “singelosa/ bailonga”, que saldrá de aquí unas tres semanas. También estoy preparando el directo, ensayando aquí en Madrid, para empezar a hacer conciertos.
