Ya sabemos que decirle a la mayoría de sevillanos que le quitarán la Semana Santa, es razón suficiente para no votar a Podemos, uno de los partidos que más éxito tiene por aquellos lares. Como era de esperar, esto ha provocado otra tormenta ficticia, mucho papel mojado, y mucho debate interesado por parte de todos los medios de comunicación.
Sin embargo, una vez más, lo importante del tema ha brillado por su ausencia. Y creemos, una vez más, que aquí hay tema.
A Begoña los palos le han caído desde todos lados, pero los que importan, son los palos que le han caído desde su propio partido: Podemos.
¡Ay, Begoña!... ¡Qué inocente!... Ella se creyó de verdad lo de la participación ciudadana, y que todo se podría votar. Ella creyó que, en efecto, se podrá preguntar todo si Podemos gobierna.
De hecho, si uno ha escuchado a los representantes de Podemos, pareciera que se basan en la idea de la participación ciudadana, y aunque este tema no es el más importante que tendríamos que votar, si llevamos al extremo la esencia de Podemos, TODO ES CUESTIONABLE.
Pero ¡Ay, Begoña...! Ahora Podemos aspira a ganar las elecciones, y la formación política ya ha torcido su brazo en diversas ocasiones: el programa ya no es tan radical, Iñigo Errejón ha contestado a la vieja manera cuando se le ha acusado de cobrar una beca en la Universidad de Málaga y a su líder le encantaría compartir una velada con Letizia Ortiz, "alias" La Reina.
Así que la propia Begoña (!Ay!) tuvo que salir con tuit lamentable, patético, indignante, que decía así:
"La Semana Santa es patrimonio cultural de Sevilla y @PodemosSevilla no se cuestiona su celebración porque también somos Sevilla"
Como no había suficiente espacio en el tuit, no pudo rematar con algo así como un #SomosSemanaSanta, que aún hubiese quedado mejor.
Pero que Podemos dé su brazo a torcer y se despersonalice, perdiendo sus esencias, no es lo más grave. Era completamente previsible en cuanto se acercasen al poder.
Lo más grave es que, de nuevo, se han oído esas voces que dicen que la libertad religiosa viene recogida en la Constitución, que es una tradición de hace más de 5 siglos, y que, por esos motivos, no se puede someter a referéndum. Es decir, una vez más, ha relucido esa falta de cultura democrática de nuestro país.
Los españoles aún no han entendido lo que es la democracia. Por supuesto, los partidos políticos y el cuarto poder ya se encargan de que nadie lo entienda, constantemente, por intereses propios.
Pero la democracia significa que se puede votar sobre todas las cosas. Ya sea la Semana Santa, ya sea sobre la conveniencia o no de que un Rey herede el trono, ya sea si Cataluña quiere seguir dentro de España o irse a Groenlandia.
La democracia es que cada uno vote lo que quiera. Y lo que hay que hacer, en lugar de tirar de Constitución, tradiciones, etc..., es que cada uno defienda sus posturas.
Secuestrar la idea de votar ante una excusa barata como la de que hay cosas que no se tocan es lo que provoca que vivamos en un extraño sistema que NADA tiene que ver con la democracia.
Y, ahora sí, lo peor de todo, es que Podemos ya ha contribuído a ello, y también todos aquellos españoles que se han ofendido por ello. O una cosa o la otra: o queremos votarlo todo como ciudadanos, o también contribuimos a que todo siga igual. No es juego limpio, por parte del supuesto futuro pueblo soberano, que unas cosas se puedan votar (las que nos interesan) y otras no (las que no nos interesan). Si jugamos así a ser pueblo soberano, estamos haciendo las mismas trampas que aquellos a los que queremos descabalgar del poder.
El día 31 de enero estamos convocados a la marcha del cambio: ¿qué cambio?
TODO puede y debe ser cuestionado. NADA debe ser intocable.
A mi me enseñaron en casa eso mismo desde muy niño y ya son 39 otoños los que me asoman por la barba y puedo afirmar que en toda mi vida, al menos desde que tengo uso de razón y puedo recordar (y recuerdo mucho) JAMAS lo he visto puesto en práctica, ni siquiera en esta mal llamada Democracia, que en realidad nunca lo fue.
¿Cómo diablos vamos a tener una ciudadanía con la más remota idea de conciencia democrática, si jamás tuvieron una de tales democracias, ni remotamente cierta?
¿En qué democracia se impone la figura de Rey?, estando encima más allá de la ley (incluso después de renunciar al puesto, gracias a un proceso de todo modo irregular y opaco, de urgencia, eso sí) cuando se supone que TODOS LOS CARGOS DE GOBIERNO DEBEN SER ELEGIDOS POR EL PUEBLO Y DEBEN SER DE CARACTER TEMPORAL
¿En qué democracia se pone por delante el interés del mercado antes del social?
¿En qué democracia se impide a toda una generación opinar sobre la base de esa misma democracia, su Constitución, cuya única reforma es a favor de intereses extranjeros y no del interés del pueblo al que sirve?
¿En qué democracia se modifica una y otra vez la ley electoral para perpetuar el bipartidismo?
¿En qué democracia se mantiene la "opinión única de partido" como algo habitual (e ilegal) practicado en el Congreso, foro que, se supone, representa a los españoles como si de su voz se tratase, en lugar de permitir que cada representante exprese el sentir real de aquellos a los que representa?
Claro que hay cosas intocables en esta democracia... tenemos un Rey incuestionable, metido a la fuerza y sin opción a elegir como base de nuestra Constitución ¿Qué esperábamos?
Y cuando alguien cuestiona algo, lo tratamos de delincuente, cuando menos... así nos luce el pelo.