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No se trata de una broma. Es algo mucho más serio de lo que parece. Lo único que no sabemos a estas alturas de la campaña es si estas elecciones las ganará el PP de Mariano Rajoy, o ese PP en el que hay que englobar a diversos medios de comunicación, los sectores más poderosos de lo eclesiástico, los grandes especuladores y todos aquellos políticos, empresarios y demás seres vivientes que, en esta prudente campaña, destacan por su ausencia, pero que pueden ser los que realmente manejen los invisibles hilos del poder...
Mariano Rajoy acaba por caer bien incluso a los más partidarios de otros partidos políticos. Un hombre de lo más normal al que incluso le da pereza tener que vivir en la Moncloa, y que sólo lo hará si lo tiene que hacer. Pero...¿sabrá imponer Rajoy una línea moderada a todos los sectores de la derecha? El líder del PP es el primero en sufrir en sus carnes, desde hace muchos años, una presión por parte de los diversos estamentos interesados.
Nadie puede descartar, a día de hoy, que a Rajoy lo hunda la propia derecha, y él es el primero que lo sabe. Hay muchos medios de comunicación, grupos empresariales y demás representantes de este holding oculto del PP, que les encantaría moverle los hilos y, si en ciertos casos no lo consiguen, podríamos ver de todo en los próximos 4, o previsiblemente 8 años, de mandato político.
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Todos somos conocedores del hambre político del PP después de 7 años lejos del poder. Queda la duda de saber si, cuando lo consigan, irán a saco, o valorarán poder reinstalarse de nuevo en él. Veremos si Rajoy no depende de nadie para hacer su política, y si puede dejar sus problemas internos atrás. Por lo que hemos visto en la campaña, Rajoy ha tomado ventaja. Vamos a ver qué ocurre a partir del 21-N: esto será lo más apasionante, para nosotros, del cambio político.
Por el bien de todos, esperamos que gane el PP de Rajoy. Puesto que nada tiene que ver un PP abierto y dialogante, centrado en mejorar lo que pueda de nuestro país, a un PP que abuse de su posible mayoría absoluta para llevar a cabo todos aquellos deseos ocultos que, durante la friolera de 7 años, han tenido que reprimir