Friedrich Nietzsche (Photo credit: Wikipedia)
- La estimación de la autoridad aumenta en relación de la disminución de fuerzas creadoras.
- Un hombre que se creyera absolutamente bueno sería espiritualmente un idiota.
- Llamamos buena o mala a una cosa en relación con nosotros, no con la cosa misma.
- El hombre es ante todo un animal que juzga.
- ¿Hay aún filósofos? En realidad, en nuestra vida hay mucho de filosófico, sobre todo en los hombres científicos; pero filósofos propiamente dichos, hay tan pocos como verdaderos nobles. ¿Por qué? Ya no se cree en los filósofos, ni aun entre los sabios; éste es el escepticismo de una época democrática, que abjura de los hombres superiores. La psicología del siglo va dirigida esencialmente contra las naturalezas superiores.
- Los monos son demasiado buenos para que el hombre pueda descender de ellos.
- Puede creerse que llegará un tiempo en que el hombre se eleve tanto, que las cosas que hasta aquí le han parecido más sagradas, por ejemplo, la creencia en Dios, le parezcan infantilmente conmovedoras y que haga con ellas lo que ha hecho con todos los mitos: que las transforme en cuentos para niños.
- El placer de hacer daño, porque trae consigo un acrecentamiento del sentimiento de poder, sobre todo cuando precede una disminución de éste, es decir, en la venganza.
- Sólo cuando el hombre haya adquirido el conocimiento de todas las cosas podrá conocerse a sí mismo. Pues las cosas no son sino las fronteras del hombre.
- Lo que es muy difícil de comprender por los hombres es su ignorancia con respecto a ellos mismos.
- ¡Nada os pertenece en propiedad más que vuestros sueños!
- El hombre libre es inmoral, porque en todas las cosas quiere depender de sí mismo y no de un uso establecido.
- Es necesario que el maestro ponga a sus discípulos en guardia contra él.
- La virtud principal del trabajo es impedir los ocios de las naturalezas más vulgares.
- Para vivir hay que ser un animal o un dios -dice Aristóteles-. Falta el tercer caso: hay que ser lo uno y lo otro; esto es, un "filósofo".
- Guardarse de la mediocridad. ¡Antes la muerte!
- Se debe vivir de modo que se tenga, en el momento oportuno, la voluntad de morir.
- Temo que los animales consideren al hombre como un ser de su especie que, con gran peligro para él, ha perdido su buen sentido animal; que le consideren como un animal absurdo, como un animal que ríe y que llora, como un animal nefasto.
- ¿Cuántos hombres hay que sepan observar? Y entre el pequeño número de los que saben, ¿cuántos hay que se observen a sí mismos? "Cada cual es lo más lejano para sí mismo".
- El que sabe que es profundo se esfuerza por ser claro; el que quiere parecer profundo se esfuerza por ser oscuro.
- Para que el hombre pueda tenerse respeto a sí mismo es necesario que sea capaz también de ser malo.