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El escritor y académico Miguel Delibes ha muerto hoy a las 7 de la mañana, a los 89 años, en su casa de Valladolid, rodeado de sus seres queridos, han informado fuentes familiares. La salud del Premio Cervantes, que desde ayer estaba inconsciente, se había agravado drásticamente en las últimas horas, por lo que sus hijos cancelaron todas sus actividades para estar cerca de él. El Rey llamó anoche a su domicilio para interesarse por su estado.
Uno de sus hijos, Juan, conoció los malos pronósticos sobre su padre cuando se encontraba en Panamá por motivos laborales, pero ya está viajando a Valladolid.
Desde que ayer se supo que el empeoramiento de la salud de Delibes, -operado de cáncer de colon en 1989, nada más publicar "El hereje", su última novela- podía ser irreversible, el Ayuntamiento de Valladolid se puso en contacto con la familia del escritor para ofrecerle la ayuda necesaria.
En este sentido, es posible que la capilla ardiente de Miguel Delibes se instale en la Casa Consistorial de su ciudad natal, en la que ha desarrollado su vida profesional e intelectual, como catedrático de Derecho Mercantil, periodista y director de El Norte de Castilla, y novelista.
Delibes ha recibido los premios más importantes de las letras hispanas y ha sido uno de los autores españoles más adaptados al cine y al teatro, así como uno de los primeros en alertar de las graves consecuencias de la agresión humana a la naturaleza. EFE
Culturaencadena.com recupera una de las entrevistas más significativas en este momento, que fue realizada por la Agencia EFE.
"Siempre consideré el año 2000 como el límite de mi vida"
Qué siente al llegar a esta edad?Siento compasión de mí mismo. Sin decirlo, siempre consideré el año 2000 como el límite de mi vida. Los 80 cumplidos era la edad de mi padre cuando murió y las leyes genéticas, muy rudimentarias entonces, venían a decir que uno vivía lo que sus progenitores. La impresión no me ha abandonado.
- He salido de varias operaciones de cáncer, pero yo no digo triunfalmente que he vencido al gran enemigo sino que estoy tambaleándome.
¿Le parece que han cambiado mucho los tiempos desde que, por ejemplo, se enroló en el Crucero Canarias, en 1938?
- Socialmente el mundo, especialmente España, ha cambiado una enormidad. Las clases sociales se han aproximado, la mujer se ha emancipado, la justicia se va imponiendo, la vida es otra. Por otra parte, la moral está a la baja.
¿Tiene la sensación de que se ha dejado la piel escribiendo?
- No tengo sensación de fatiga sino la impresión de haber dicho todo lo que tenía que decir. Me ha ilusionado haber escrito El hereje porque me parece una novela importante. A cambio, no lamentaría haber dejado de escribir mis dos primeras novelas, La sombra del ciprés es alargada y Aún es de día. En general, creo que he cumplido con mi deber, si es caso, pienso que he vivido más tiempo en las nubes que con los pies en la tierra, más con mis amigos imaginarios que con seres de carne y hueso.
¿Está satisfecho de lo que ha hecho en todas las facetas de su vida profesional? ¿Cómo ha podido conjugar con éxito todas ellas, la literatura, el periodismo, la cátedra de Derecho Mercantil?
- A medias. Creo que lo que ha marchado mejor es la literatura, después el periodismo y, por último, la cátedra, aunque no todos mis clientes piensan de la misma manera. Tuve que conjugar las tres actividades porque me llegaba un hijo cada año.
Se cumple el 50 aniversario de la publicación de El camino (tenía 30 años), ¿qué representa esta obra?
- Es la primera novela en la que logré un estilo personal. Deliberadamente dejé atrás un estilo retórico recargado y conseguí otro más sencillo y natural al que he procurado asirme.
¿Pensaba que «El hereje», su novela más compleja y densa, iba a tener el éxito editorial de que ha gozado?
- Nunca pensé que «El hereje» pudiera vender más de cien mil ejemplares en dos semanas. Esto se sale de la norma.
¿Hasta que punto es definitivo el carpetazo a su actividad creativa? ¿Es el punto final de su obra?
- Decididamente sí. Es el punto final.
¿Está satisfecho de sus hijos literarios, sus personajes? ¿Considera lograda la imbricación paisaje-paisanaje?
- En general estoy satisfecho. Asimismo, me satisface la adecuación paisaje-paisanaje. El medio y los protagonistas son castellanos.
¿Qué consejo daría a los escritores que empiezan?
- Que lean, únicamente después de leer mucho y bueno pueden lanzarse a escribir.