Roger: No necesitamos a todo el mundo. Vuestro problema es que habláis en abierto. El cable es diferente. En el cable sólo cuenta una cosa: EL NICHO. La lealtad de unos pocos apasionados. Tenemos que programar directamente para el espectador que está predispuesto a comprar lo que intentamos vender. En política se llama "destapar la base". Si logramos eso, nunca cambiarán de canal.
Respuesta: ¿Y cuál es ese nicho?
Roger: Yo creo que son los conservadores. Es prácticamente la mitad del país. Todos los demás servicios de noticias, si lo pensáis, en abierto, cable, no importa quien sea, tienen un sesgo de izquierdas. En el fondo se dirigen a la élite liberal. Y eso está bien. Dejaremos que todos se peguen por esa mitad y nosotros seremos los amos de la otra mitad. Ahora mismo, en América, el 60% de la gente cree que los medios son negativos,que están llenos de mentiras, llenos de sesgos, llenos de mierda. Vamos a darle a la gente lo que quiere, un mensaje positivo, un mensaje americano envuelto en un punto de vist aconservador. Eso conquistará corazones y mentes.
Respuesta: Suena bien.
Lo calificaron como uno de los grandes cerebros de la televisión y la política estadounidenses pero ante el discruso anterior uno sólo puede rendirse ante la evidencia: manipulación, tergiversación, sensacionalismo, poder, desinformación que han acabado, por desgracia, marcando tendencia y siendo adoptados por la gran mayoría de cadenas. Porque la televisión ya no es un medio para entretener o una herramienta para educar sino que se trata ya de una guerra entre los que ostentan el poder para ver quién la tiene más larga.
Es ofensivo que se nos trate como ganado echándonos pienso de mala calidad para engordar y aflojar nuestras mentes. Es abusivo y no debería en ningún caso, un personaje de este talante, ser considerado de cerebro sino de ruín. Él y todo su séquito de buitres carroñeros deberían ser juzgados por crímenes contra la humanidad.
Es un tema que subleva profundamente y ante personajes así nos maravillamos de lo fantásticos que fueron porque marcaron tendencia para la posteridad. Un presente que estamos sufriendo todos.
No seguiremos viendo esta serie por su fondo. Es profundamente insultante que personas como esta tengan derecho a pasar a la historia como genios. La serie, no obstante, es digna de ser vista para hizar el telón de fondo de lo que tan inocentemente llamamos telenoticias y que cada noche le permitimos entrar en nuestros hogares para sentirnos más informados de la actualidad. Y vemos que en realidad se disputan nuestros cerebros respartiéndose el pastel del share.
Lo que narra la serie ya lo sabemos sin necesidad de escenificar el maltrato a la población así que no seguiremos viendo esta serie.
Para fanáticos del maquiavelismo recomendamos mejor "house of cards", uno no se siente tan idiota. Y de nuevo, la serie es digna pero nos enferma el tal Roger Ailes.