Cuando la semana pasada el equipo de la sección de opinión de CEC se pronunció abiertamente sobre el referéndum de Grecia, sabíamos que los griegos no nos defraudarían.
A pesar de la manipulación informativa sufrida en ese país en los últimos días, de las amenazas apocalípticas de los mandamases de la troika y de un corralito injusticado, Grecia ha sido la primera en plantarse y decir "NO" a las sádicas políticas europeas.
La presión a la población griega, y los intentos de acabar con los dirigentes de Syriza, escogidos democráticamente hace muy poco tiempo, han fracasado.
La troika HA PERDIDO el referéndum, y por goleada. Más de 20 puntos de diferencia. PALIZA.
Grecia vuelve a marcar el camino en una jornada histórica para ese país, y también para todos los europeos. Y es que por más que en nuestro país también se manipule toda la información referente a Grecia por intereses partidistas y del sistema, ayer nos jugábamos mucho tiambién los españoles.
Si la troika salía reforzada, sus políticas mafiosas y chantajistas no se hubieran parado. Aún es todo muy dificil, sobre todo porque en el resto de países tenemos un conjunto de gobernantes que no hacen otra cosa que bailarles el agua a los 4 mafiosos de siempre, pero aún hay esperanza. Sí, es poco, pero es lo que hay. Y es Grecia quien lo ha conseguido.
La soberanía popular se enfrentaba con la soberanía de los lobbies, y el pueblo ha ganado en una confrontación directa con esas otras soberanías no democratizadas ni fiscalizadas que resulta que deciden por todos nosotros. Es por ello que estamos ante una victoria de todos los pueblos de Europa.
Porque ayer no se decidía sobre la deuda, ni sobre un rescate, ni sobre nada que tuviera que ver con la economía. El referéndum era puramente político, y lo que estaba en juego era saber quien manda en Europa.
La legitimidad del gobierno de Tsipras comprometiéndose a adoptar unas politicas era incuestionable, por más que a los 4 mafiosos de siempre no les interese. Si un partido elegido democráticamente no puede aplicar su programa, ¿para qué ir a votar?
Tsipras se la jugaba porque ha sido el único que ha puesto en cuestión el 'statu quo': que las politicas de austeridad eran las únicas posibles. Y no lo ha hecho por capricho, sino porque dichas políticas han sido un fracaso tremendo, empobreciendo al país griego y poniéndolo a la venta a un precio de saldo.
- Los salarios cayeron un 37 %
- EL consumo bajó un 33 %
- Las pensiones se devaluaron un 48 %
- El paro alcanza cuotas de un 27 %
Resultado de unas políticas de austeridad que han servido, únicamente, para devolver deuda a los acreedores. Pero, que nosotros sepamos, la deuda no ha bajado, sino que se ha incrementado multiplicándose por 3.
Quizás todo se explique con un dato: la deuda que tenían los bancos franceses y alemanes, ahora lo tenemos otros... Y la deuda que había que devolverles a los acreedores que en su momento extorsionaron a todo Dios, ahora lo tenemos los contribuyentes. Mira por donde...
El único significado del Sí era admitir que Grecia no sabe gobernarse, y que por ello, dejaban que se les gobernara.
En los próximos días no solo aprenderemos acerca de lo que en teoría quiere decir democracia, sino que observaremos que sí hay otras políticas posibles, y descubriremos más sobre ese término que a todos nos suena, pero del que poco sabemos: la geo-política.
Estados Unidos no va a permitir que haya ningún riesgo de que Rusia o China presten dinero a los griegos, y la troika tendrá que ceder y dejar de amenazar con sus absurdos planteamientos apocalípticos, que solo algunos periódicos de España siguen con máxima atención y devoción, por la cuenta que les trae. El pueblo griego ya ha demostrado que 'pasa'... Esto se pone interesante...